Enfrenta desafío museo Papalote

AutorErika P. Bucio

¿Cómo se las arregla un museo cuyo espíritu es Toco, Juego y Aprendo ante la nueva normalidad que impone sus propias condiciones: evitar el contacto físico, el uso de cubrebocas y la desinfección constante de superficies?

Este es el desafío planteado a espacios interactivos como Papalote Museo del Niño, que reabre hoy tras seis largos meses cerrado debido a la pandemia por Covid-19.

Dolores Beistegui, la directora general del recinto, mira con optimismo el regreso. En principio abrirán cuatro días a la semana, de jueves a domingo.

En entrevista, explica que el equipo del museo hizo una revisión de sus exhibiciones para determinar cuáles no podrían cumplir con las nuevas disposiciones, por ejemplo, el tobogán gigantesco, que por sus dimensiones no es posible ser desinfectado con cada usuario como tampoco es viable desinfectar miles de piezas de LEGO en la sección Mi Ciudad.

"Salvo estas dos exhibiciones y quizás dos más, el resto, 100 por ciento, estará abierto", asegura.

Tanto la Megapantalla IMAX y el domo digital permanecerán cerrados hasta que el semáforo epidemiológico cambie a verde.

"Haremos énfasis en que la convivencia se vive de muchas maneras diferentes y que el verbo tocar, que está en la esencia de su mensaje, no va a impedir que puedan actuar", responde vía telefónica.

Tocar acepta muchas interpretaciones, insiste Beistegui, no se toca solamente con las manos, sino también con el baile, los ojos y las palabras.

"Hay maneras de encontrar un cómo sí convivir, de una manera divertida, con las limitaciones que nos impone esta crisis sanitaria".

Y parte fundamental de la experiencia del museo es convivir unos con otros.

Papalote abrirá con un 30 por ciento de su aforo que no es poco: mil 250 personas máximo al día. Seguirá los protocolos sanitarios de control de temperatura, gel antibacterial y uso de cubrebocas.

El programa "Papalote en casa", desarrollado durante el confinamiento, permanecerá.

"Es un gran complemento, ahí descubrimos una comunidad virtual con quien interactuamos estos seis meses, de manera rica y empática, nos dejó muchos aprendizajes y no la vamos a abandonar".

Los llamados "Cuates", los anfitriones en el museo, recibirán a los niños con cubrebocas, careta y han estado bajo capacitación para establecer empatía con los niños, ahora también obligados a llevar cubrebocas.

Beistegui apuesta a superar los primeros minutos de desconfianza para llegar a un terreno de "absoluta alegría" de los niños en el museo.

Papalote...

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