Enfrenta Teotihuacán carencias en servicios
| Autor | Edgar Alejandro Hernández |
Teotihuacán es la zona arqueológica con mayor número de visitantes en el país, cerca de 2.2 millones de personas al año, y cuenta con el presupuesto más alto otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia a un sitio, 5 millones 366 mil 863 pesos en el 2004, pero en términos de servicios al turista y de protección del patrimonio aún tiene cuentas pendientes.
La zona de 20 kilómetros cuadrados, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, no cuenta con programas preventivos de restauración, la información que ofrece a los visitantes no está actualizada y sus servicios se ven rebasados año con año por el aumento de los turistas nacionales y extranjeros.
A raíz de la construcción de una Bodega Aurrerá de la cadena Wal-Mart a 2.4 kilómetros de la Pirámide del Sol, que ha generado el rechazo de los pobladores, agrupados en el Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán, y de figuras como Francisco Toledo y Carlos Monsiváis, la presencia en los titulares de Teotihuacán ha sido constante. Los argumentos para oponerse a la trasnacional es que provoca contaminación visual y atenta contra el patrimonio cultural.
La nueva tienda comercial, cuya fecha de inauguración no ha sido anunciada por los voceros de Wal-Mart, a pesar de que se había manejado que abriría sus puertas en la primera quincena de noviembre, ha mantenido la discusión alejada de temas como la protección del perímetro A de la llamada Ciudad de los Dioses -cuya civilización se desarrolló del 200 a. de C. al 750 de la era actual- y de la calidad de servicios básicos como sanitarios, botes de basura, señalizaciones, guías y cédulas explicativas, que resultan insuficientes para el número de visitantes.
"El problema del Wal-Mart es de índole económico, los miembros del Frente no están preocupados por el patrimonio sino por la competencia que les significa el centro comercial", sostiene Linda Manzanilla, arqueóloga de la UNAM que ha trabajado en Teotihuacán desde hace 30 años.
"La zona arqueológica tiene otros pendientes más urgentes como el gran número de ambulantes, un problema muy difícil de solucionar, y la falta de baños o señalizaciones, que nunca van a ser suficientes".
Otro problema grave, agrega, está en la información que se ofrece al visitante, ya que no existen cédulas actualizadas en los edificios principales, el guión museográfico no hace referencia a la ciudad como una urbe cosmopolita y se carece de un control sobre los guías que ofrecen sus servicios.
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