Enfrentan párrocos castigo terrenal

REFORMA / Staff

José Luis de María y Campos es uno de los sacerdotes actualmente presos en cárceles del País, acusados de abuso sexual contra menores de edad.

El párroco está en espera de su sentencia desde el 27 de marzo del 2005, cuando fue detenido por orden de la juez Margarita Hernández Olvera.

Cuando abusó de los menores, el padre José Luis estaba a cargo de la parroquia de María Auxiliadora, en León, Guanajuato. Hoy espera su sentencia recluido en el Centro de Readaptación Social de esa ciudad.

De acuerdo con los testimonios de sus víctimas, el párroco les ofrecía dinero a cambio de su silencio.

Un acólito que tenía 12 años cuando sufrió los abusos, relató que el sacerdote le regalaba tenis y ropa cara cuando lo hacía entrar a su casa, a dos cuadras de la parroquia.

Meses después, cuando su madre le fue a reclamar que había abusado de su hijo, el sacerdote José Luis le ofreció dinero a cambio de su silencio. Era el 20 de febrero del 2005.

Decepcionada, la madre acudió con el Obispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, a pedirle que lo retirara de la parroquia.

El ahora presidente del Episcopado Mexicano le ofreció a la mamá pagar la ayuda sicológica que su hijo pudiera necesitar por el daño causado.

En pocos días, ya no era un solo caso de abuso sexual; tres madres habían interpuesto denuncias contra De María en la 15 agencia...

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