Enfrentar la realidad

AutorFernando de Ita

Para sorpresa de propios y extraños, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Manuel López Obrador, incluyó a la cultura en uno de los 20 puntos de su proyecto de nación. Como todos esperábamos, el Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, sólo le dedicó 11 líneas a la actividad cultural en su pasado informe de Gobierno.

El reconocimiento del político tabasqueño al valor intangible del arte y la inteligencia, contrasta con los penosos resultados de su Gobierno en la producción artística, el fomento, la creación y distribución de bienes y servicios culturales. Entre todas sus diferencias, López Obrador coincide con Fox Quesada en el desinterés personal por las manifestaciones artísticas de sus semejantes, lo que sólo es un defecto cuando se tiene la responsabilidad de gobernar a la ciudad más poblada del País, y se aspira a ser el primer mandatario de la Nación. En su descargo se puede argüir que como tal quiere dar a la cultura el rango de una política de estado. Aunque todo indica que su interés por la cultura es un recurso de campaña, tiene el beneficio de la duda.

Por el contrario, el Presidente ya tuvo cuatro años para demostrar que cuando alguien se forma culturalmente mirando las nubes le es imposible entender para qué sirve el hábito de la lectura y el refinamiento de los sentidos. De ahí que el órgano rector de la política cultural de su gobierno no tenga siquiera la personalidad jurídica que respalde esa responsabilidad. El Conaculta nació por decreto presidencial en el último sexenio en el que el Presidente estuvo por encima de la legalidad, de manera que su rectoría era efectiva porque no dependía del orden institucional sino de la voluntad del presidente. Sin ese poder, el Conaculta tiene la misma orfandad que un hijo de la calle.

Como señalaron algunos analistas en sus comentarios al pasado informe de Gobierno, en el fondo extrañamos el poder omnímodo del Presidente, y más allá de los dislates de nuestro mandatario, nos desanima la desacralización del poder absoluto, capaz de cometer las peores injusticias, pero también de respaldar las mejores causas. En el sexenio de Salinas, los abogados de Beatriz Varo estarían en la cárcel por querer despojar a la nación de los 38 cuadros de Remedios Varo. En el sexenio de Fox, estos litigantes ya recibieron el fallo favorable de un juez. Bienvenidos a la división de poderes.

Cual hijos de madre soltera, debemos asumir la ausencia del padre y obrar en consecuencia. Eso han hecho...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR