Enrique Díaz-Infante Chapa / Ante AMLO ¿Políticas o Política?
| Autor | Enrique Díaz-Infante Chapa |
La forma arrolladora como se dio el triunfo electoral de López Obrador cambió el mapa político de México. La paradoja de la fiesta democrática que vivimos es que ahora la democracia pudiera estar en riesgo por la gran concentración de poder que resultó del voto popular. Ante tales circunstancias, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) debemos no sólo seguir avanzando nuestra agenda particular de políticas públicas sino también cuidar la democracia liberal.
La victoria de AMLO genera sentimientos encontrados. Da gusto por haber sido producto de una votación donde participó 62 por ciento del electorado y donde el ganador obtuvo 53 por ciento de los votos. Un triunfo así, revitaliza nuestra democracia electoral, da gobernabilidad y brinda claridad de mandato. Es positivo también que el ganador sea un líder popular y de izquierda, la cual -por cierto- nunca había ocupado la Presidencia desde que empezó la alternancia en el 2000. Esto lucía extraño en un país donde casi la mitad de la población vive en pobreza, donde la desigualdad es agraviante y la falta de movilidad social asfixiante. En ese sentido, su llegada al poder aporta también cohesión social.
En contrapartida inquieta mucho la acumulación excesiva de poder que resultó del proceso. Además de la Presidencia de la República, su partido (Morena), obtuvo la mayoría de los representantes en el Congreso de la Unión y también ganó la legislatura local en 31 de las 32 entidades. Con esto tiene la posibilidad de realizar cambios constitucionales a su antojo.
Ante tal circunstancia es posible que muchos actores de la sociedad civil debamos repensar y replantear las prioridades de nuestra agenda. Esencialmente, López Obrador trae la agenda correcta de problemas a solucionar: combate a la pobreza, desigualdad, corrupción, impunidad, así como la violencia, usando el crecimiento económico como palanca de cambio. También está proponiendo para su gabinete gente capaz, sensata y moderada que la ejecute. En ese sentido pareciera natural apoyarlo a él y a su gabinete para diseñar las políticas que permitan atacar esos y otros flagelos, tales como la falta de movilidad social. Así también, al contribuir al éxito de los moderados de su gabinete, evitaríamos que sean desplazados por los radicales al interior del grupo de poder.
Sin embargo, ante lo arrollador del triunfo pudiera ser que la prioridad cambie a favor de la política más que de las políticas. Es decir, que se tenga que priorizar la...
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