Enrique de la Madrid/ Reformas a la Banca de desarrollo
| Autor | Enrique de la Madrid |
Sus principales objetivos deben ser: complementar las actividades de financiamiento de la Banca comercial y de los intermediarios financieros no bancarios; fortalecer la productividad y competitividad de la economía; contribuir a disminuir el excesivo endeudamiento de sectores y empresas, y convertirse en uno de los principales promotores del cambio estructural.
Para ello, se requieren antes que nada instituciones fuertes y eficientes, con recursos humanos de calidad comprometidos con su misión y objetivos.
Es por ello que el Congreso de la Unión aprobó una serie de reformas para fortalecer institucionalmente a los bancos de desarrollo, y poder así utilizarlos como instrumentos efectivos de financiamiento y de fomento en el país.
Dichas reformas buscan otorgarles una mucha mayor autonomía de gestión, en todo lo relativo a su régimen interno, y consolidar una administración profesional de sus recursos humanos.
Los bancos de desarrollo actuarán así con mayor libertad, pero siempre dentro de los límites de endeudamiento y financiamiento exigidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, administrando sus riesgos de manera prudente para conservar su capital y cuidar sus finanzas públicas.
Una vez establecidos dichos límites, la Secretaría de Hacienda podrá participar en las decisiones internas de las instituciones, salvo en su carácter de miembro de su Consejo Directivo.
Los bancos formularán anualmente sus programas operativos y financieros, sus presupuestos generales de gastos-inversión, y sus estimaciones de ingresos, sin la autorización de la Secretaría mencionada.
A efecto de fortalecer la planeación en la Banca de desarrollo, se incorporó la obligación de cada banco de elaborar su programa institucional, el cual establece su misión y objetivos.
Se establecen mecanismos de coordinación entre los bancos de desarrollo, para evitar las duplicidades existentes.
Se incorpora, dentro de los Consejos, la figura del consejero independiente, conforme a las mejores prácticas corporativas.
Dado el mayor nivel de facultades de los consejeros, se incorporó la obligación de que éstos firmen una carta responsiva, aceptando y reconociendo los derechos y obligaciones derivados de su cargo.
Se crea el Comité de Recursos Humanos y Desarrollo Institucional. La propuesta original del Ejecutivo consistía en la creación de Comités de Sueldos, que analizaran y aprobaran únicamente los sueldos de los niveles superiores, sin la autorización de la Unidad de...
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