Se entrega Fuentes al misterio narrativo

AutorOscar Cid de León

Carolina Grau, el gran personaje, o fantasma, que asoma de forma protagónica, incluso intrusa, en el nuevo libro de Carlos Fuentes, resulta un enigma para el propio escritor. La literatura en sí es un misterio para quien la escribe, advierte el autor en entrevista.

Carolina Grau, bajo el sello de Alfaguara, 2010, no es la excepción. Fuentes no sabe quién es, pero su presencia en esta serie de historias, que evocan encierros o cautiverios con contextos y situaciones independientes entre sí, le sirvió como hilo conductor.

"He intentado muchas veces hacer no novelas ni libros de cuentos, sino algo híbrido, intermedio, que sean textos válidos, en sí, como relatos, pero que al mismo tiempo tengan cierto hilo de continuidad", explica desde la sala de su casa, en San Jerónimo Lídice.

"Ese hilo me lo proporciona aquí Carolina Grau, que a veces es una bióloga en un laboratorio de la Ciudad de México, otras veces una mujer que el poeta ve pasar por una calle de Italia, otras la madre de un niño bastante excepcional, otras el recuerdo de un prisionero. Es decir que aparece en diversas posibilidades, como un personaje llamado Carolina Grau o un personaje totalmente imaginario o recordado o deseado por otros personajes que le dan el nombre de Carolina Grau".

A quien le toca develar quién es, sentencia el también autor de títulos como Gringo viejo, Terra nostra y La muerte de Artemio Cruz, es al lector.

Carolina Grau, cuyas apariciones en el libro recuerdan de pronto al Orlando de Virginia Woolf, no es un libro de cuentos, como insiste en presentarlo su editorial.

Fuentes se refiere al volumen, presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sin la presencia del autor, como un trabajo "mestizo, mixto, intermedio", como ya ha escrito otros en diferentes momentos de su carrera. Aunque éste, precisa, presenta la hibridación de una manera más declarada.

Cuenta que las historias que lo conforman las escribió durante dos años, pero Carolina Grau le había "coqueteado" desde antes. ¿Cuándo? No lo tiene claro.

"Escribiendo te das cuenta que vas recogiendo textos que uno ha escrito cuando tenía 20 o 23 años y que estaban guardados, archivados, hasta que llega el momento de incorporarlos a un libro, antes no. Es muy misterioso".

El también autor de La región más transparente y Adán en Edén, su última novela, habla de "fantasmas que regresan", incluso ajenos, como El Conde de Montecristo.

Y es que el clásico de Alexandre Dumas también asoma...

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