Entrevista / Bosco Gutiérrez Cortina / Libera el estilo moderno mexicano

AutorRicardo Dorantes

Si Bosco Gutiérrez Cortina fuera un personaje más mediático, todos sabrían quién es el autor detrás de uno de los referentes del sur de la Ciudad: el World Trade Center.

Se enterarían, también, que esta obra le fue encomendada a los 35 años y que no la quería construir, en un principio, porque no podría reflejar fielmente la corriente que desde siempre defiende: la arquitectura moderna mexicana.

Que hay una película ("Espacio Interior") y un libro ("257 Días") basados en los días más angustiantes de su vida: un secuestro que lo mantuvo en cautiverio durante nueve meses y del cual logró escapar por pies.

O que concluyó su carrera en la Ibero en salones improvisados porque la Universidad se cayó a causa de un terremoto. Y que le sabe a la charrería, pero que su swing, en el golf, aún falta por pulirse.

En su despacho, abundante en muros blancos y maquetas detalladas, Gutiérrez Cortina habla de estos temas, sobre sus inicios junto a Juan Sordo Madaleno y Ricardo Legorreta; comparte su visión de la arquitectura mexicana actual; ataca a la soberbia que domina el gremio, y platica del proceso que lo llevó a aquel gigante de vidrio que es el WTC.

¿Cómo se involucra en el mundo de la arquitectura?

Soy de una familia de constructores: mi papá y mi abuelo normalmente nos mandaban en los veranos a alguna obra a trabajar. Agarrábamos chambas de chalanes, revisábamos avances, ayudábamos a los ingenieros a cuantificar materiales (...) y eso me puso en contacto con la construcción. Ahí mismo, la figura que más me llamó la atención fue la del arquitecto que venía y daba su opinión respecto a las obras y estructuras.

¿Cómo fue su relación con Ricardo Legorreta?

Después de estar en el despacho de Juan Sordo Madaleno, con quien empecé a ejercer la profesión, le llamé a Ricardo, quien estaba construyendo un hotel en Ixtapa en aquel momento, y me recibió en su oficina. Con él estuve cinco años.

Fue una gran escuela, con él aprendías y también con la gente que le rodeaba. Era una maravilla cómo proyectaba a los demás su convencimiento y su filosofía, que ahora mantiene Víctor, su hijo.

¿Por qué el estilo moderno mexicano?

Mi abuelo fue militar desde el colegio y mi papá era muy patriota con un cariño muy honesto y fuerte. Nunca dudamos que México era un País maravilloso y con un gran legado de construcción. Entonces, no había más opción que hacer arquitectura mexicana. A mí nunca me llamaron la atención las revistas americanas o europeas sobre el tema, sino las...

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