Entrevista / Cecilia Suárez / '¡Estamos hartos!'
| Autor | Miguel de la Vega |
Que nadie se deje engañar por esos enormes ojos color miel. Cecilia Suárez no es sólo una cara bonita: es una actriz que habla fuerte. Y lo mejor es que dice lo que piensa y piensa lo que dice.
En pleno barullo de indignación, resulta imposible no hablar con ella de otra actriz, de una casa en Las Lomas y del enojo de una sociedad a la que acusan de desestabilizadora.
En la terraza de La Pause, en el corazón de ese Coyoacán de buganvilias y aire helado, la tamaulipeca acepta platicar de los privilegios de la actuación, de sus cábalas y del sexo con pudor y lágrimas.
En casi 20 años de carrera tienes películas, telenovelas, doblajes, obras de teatro... ¿y cuántas casas en Las Lomas?
¡Ni una!
Pero, entonces, ¿se puede vivir o no de la actuación?
Se vive, pero en departamento, no en casa. ¡Y menos en una de 7 millones de dólares!
¿La situación del país es un drama o una comedia?
Las dos cosas. Así como es de aterrador y de triste y de vergonzoso, uno puede también salvaguardarse por medio de la risa. Si no nos reímos, es que de verdad nos morimos.
¿Qué te parece el espectáculo nacional?
Doloroso. ¿Que los políticos y la gente que los rodea, su esposa, sus hijos, no tienen ni el más mínimo sentido de mesura, de vergüenza, de sentido de la moral o sentido de lo ético?
Supongo que no.
¡No, claro que no lo tienen! Una mujer que se casa por interés y que da la cara para decir que con su carrera en las telenovelas tiene una casa de ochenta y tantos millones de pesos y que lo ha hecho con el dinero que ella ha forjado... Si fuese así, ¿por qué tendría entonces que venderla? Nada tiene sentido en el escenario que plantea este gobierno.
¿Y eso, como actriz, a qué te mueve?
De entrada, me deslindo de ese tipo de gente y digo: "Qué bendición haber escogido otro tipo de tribu dentro de lo que yo hago".
¿Y qué más?
Me indigna y me hace estar mucho más comprometida con lo que yo creo que el país necesita: que los ciudadanos nos movilicemos, estemos informados, estemos activos, podamos exigir, salgamos a la calle... y no para desestabilizar al país, como piensa el Presidente.
¿A poco no eres una desestabilizadora?
Yo creo que nadie.
¿Tú a qué le dices "¡ya basta!"?
A la impunidad, a la corrupción, a los arreglos por debajo de la mesa, a la violencia, a la falta de seguridad.
¿Te duele Tamaulipas, tu tierra?
Muchísimo. Imagínate lo que yo la he visto cambiar. Yo crecí en un paraíso, eso era Tampico.
¿Tanto así?
Un paraíso de puertas abiertas, un lugar muy...
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