Entrevista / Frederick Kempe / Los cimientos de un muro

AutorCarlos Rubio-Rosell

MADRID.- Mucho se ha hablado y escrito sobre la caída del Muro de Berlín, pero muy poco, en cambio, sobre su construcción, uno de los acontecimientos más decisivos de la segunda mitad del siglo 20.

Aunque hoy parece lejano, el Telón de Acero que se construyó deslizó sobre el escenario mundial sus ladrillos, esparcidos en miles de fragmentos por todo el planeta tras su caída en 1989. Pero esos pedazos representaron durante casi tres décadas una auténtica amenaza, era inimaginable lo que hubiera podido pasar de producirse un mínimo desliz militar, posiblemente se habría generado una catastrófica Tercera Guerra Mundial.

Frederick Kempe es uno de los más profundos conocedores de la realidad europea y berlinesa, ya que durante 25 años fue reportero, columnista y editor en The Wall Street Journal en esa ciudad, donde ocupó la corresponsalía de Berlín y fue editor jefe de la edición europea del diario neoyorquino.

Gracias a esta experiencia, ha realizado una investigación basada en documentos soviéticos, alemanes y estadounidenses recientemente desclasificados para ofrecer el libro Berlín 1961. El lugar más peligroso del mundo (Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores), una visión única de aquel acontecimiento crucial de la historia moderna europea, combinando la técnica narrativa periodística, la habilidad analítica del investigador político y el rigor propio del historiador.

"Hay bastantes motivos que hacen que este libro sea algo nuevo: el primero es que por fin puede describirse el año de 1961 como el peor primer año de un presidente estadounidense de la era moderna; por otro lado, este libro es una crítica contra J.F. Kennedy, lo que aporta otro elemento inusual, ya que es muy raro este tipo de crítica a JFK; y, en tercer lugar, es un argumento de lo que fue el propio Presidente Kennedy, quien escribió el guión de lo que iba a ocurrir con el muro, un guión que fue seguido al pie de la letra por el líder soviético Nikita Jrushchov", dice Kempe en entrevista exclusiva con REFORMA, a propósito del lanzamiento en español de su obra.

El autor añade que es muy importante también para los lectores latinoamericanos saber que la crisis de los misiles de Cuba en el año 62 nunca se hubiera producido si Jruschov no hubiera percibido antes, en 1961, una debilidad en el presidente JFK.

"Jrushchov le dijo a su propio hijo que Kennedy se quejaría y diría muchas cosas, que titubearía, pero que no detendría esta acción y no haría finalmente nada una vez que los misiles estuvieran en Cuba", subraya Kempe.

Hay tres motivos fundamentales, sostiene Kempe, por lo que Jrushchov percibía a JFK como un presidente débil.

"El primero, la crisis de Bahía de Cochinos, a la que Kennedy no proporciona ni dientes para morder bien y que no decidió detener; la Cumbre de Viena, en la que Kennedy no defendió con toda la fortaleza que se esperaba la ciudad de Berlín, pues...

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