Entrevista / Gonzalo Corvera Behar / Todo oídos

AutorAntonio Bertrán

Gonzalo Corvera Behar, 57 años, uno de los contados especialistas en el mundo con más de mil implantes cocleares, no titubea y responde: "Me hice médico por falta de agallas".

Presente en la entrevista, Miriam Kravzov, su cuñada y asistente durante 11 años, le echa una mirada como si exclamara: "¡No digas eso!", que al cirujano le provoca risa, y otra vez sin titubear se justifica alzando los hombros: "Ya lo dije en un TED talk (video que busca influir positivamente al presentar la opinión de expertos en diversos temas); ni modo, próximamente va a salir al público".

El hijo de Jorge Corvera Bernardelli (1929-2011), un eminente otorrino y otoneurólogo mexicano, vuelve a reír y se explica: "La verdad es que no sabía qué hacer y me fui por lo más conocido; yo siempre he sentido que debí haber estudiado ingeniería biomédica o que cuando acabé medicina, en lugar de hacer una especialidad (en otorrinolaringología, como su padre, en el Hospital Central de Pemex, y luego en cirugía de oído y base del cráneo en el Hospital Universitario de Purpan, Toulouse), me hubiera metido a ingeniería biomédica, porque mi pasión siempre han sido las computadoras".

En 1983, cuando el joven Corvera se graduaba de médico cirujano en la UNAM, empezaba el auge de las computadoras. Su servicio social, cuenta, lo hizo en investigación, desarrollando un programa para analizar flujos y presiones pulmonares en el Instituto Nacional de Cardiología. Igualmente su tesis de otorrino fue de tema computacional: "Hice un sistema estadístico para manejo de datos en el Hospital Central de Pemex, que ganó el segundo lugar en el Primer Concurso Nacional de Informática Médica de la UNAM".

Para oírte mejor

La charla con el doctor Corvera tiene lugar el 15 de agosto en la sede de su Instituto Mexicano de Otología y Neurotología, ubicado en Lomas Altas, unas horas después de que "sufriera" durante la tercera cirugía que había realizado para colocar un novedoso dispositivo de implante coclear: el Nucleus Slim Modiolar CI532.

Desarrollado por Cochlear, la firma australiana con la que el especialista colabora desde ese crucial 1991, el aparato presenta, en sus palabras, una "ingeniería bastante sofisticada", que permite "más precisión en la estimulación del nervio auditivo" y, por lo tanto, la posibilidad de que el paciente logre una mejor audición.

Corvera, quien en su calidad de autoridad mundial en la materia sólo requirió de un pequeño entrenamiento para conocer las modalidades del Nucleus, ilustra que tiene 22 electrodos, cada uno de ellos conectado a un cable, a lo largo de un "alambrito" con un grosor menor a 1 milímetro, y su diseño permite al cirujano colocarlo más cerca del nervio auditivo.

"Cada fibra del nervio auditivo responde a una frecuencia diferente, así que entre más te puedas acercar más reduces la posibilidad de que, al estimularse, la corriente se vaya a donde no debería, se mezcle y se difunda demasiado, por lo que tener más precisión y más puntos de contacto va a dar mejores resultados", explica.

El "alambrito" con los electrodos está dentro de una cánula de punta curva que el cirujano introduce en la cóclea o...

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