Entrevista / J. R. Moehringer / En la piel de un pillo
| Autor | Francisco Morales V. |
Hubo un tiempo, hace no tanto, en que el nombre de Willie Sutton era conocido por todo ciudadano estadounidense, con el mismo entusiasmo -entre admiración y recelo- que ocasionan los bandoleros de leyenda del Viejo Oeste.
Algo había de eso: con una carrera delictiva de cuatro décadas, sigue siendo el asaltabancos más famoso de Estados Unidos, además de un hábil evasor de prisiones, un genio del disfraz y un pillo en general que, según el mito, jamás disparó su arma para hacerse con millones de dólares.
Nacido en la parte irlandesa de Brooklyn en 1901, Sutton, apodado "El Actor", fue, además, una suerte de héroe americano, como un ícono aspiracional para quienes lo perdieron todo en las crisis del capitalismo durante el siglo 20.
Con una vida así, poco sorprende que haya sido elegido por el periodista J. R. Moehringer, ganador del Premio Pulitzer y autor de biografías célebres, para protagonizar la novela A plena luz, traída al español por Duomo Ediciones.
Se trata de un retrato de ficción -pero sólidamente documentado- del símbolo de toda una época.
¿Cuál es su historia personal con Sutton? ¿Cómo y por qué es que se interesó en su leyenda?
Crecí escuchando sobre él muy seguido. Los adultos hacían una sonrisita extraña cuando lo mencionaban y su rostro aparecía en los periódicos, en la televisión. También alguien en mi casa estaba leyendo sus memorias; recuerdo el libro de bolsillo por ahí.
Sutton fue una figura legendaria en la América de los años 70, pero especialmente en el Nueva York de mi juventud. En ese entonces, como ahora, la gente sentía una gran rabia en contra de los bancos, en contra del sistema, y Sutton, el más "exitoso" ladrón de bancos de la historia estadounidense, apelaba a ello.
Pasaron los años. No pensé mucho en Sutton sino hasta el 2007, 2008, cuando la economía global colapsó gracias a un grupo de idiotas impensablemente codiciosos y temerarios, muchos de ellos banqueros. Mientras sacaba mi dinero de un banco de Nevada, que estaba a punto de la quiebra, sentí que quería escribir sobre esta rabia que se alzaba dentro de mí, y que quería hacerlo a través de la ficción, porque me daría más libertad. Pronto empecé a contemplar una novela histórica y me pregunté: ¿Quién en la historia ha odiado a los bancos más de lo que yo lo hago en este momento? Sutton apareció en mi cabeza.
¿Qué tanto podemos saber realmente sobre la vida de Sutton? ¿Qué archivos y documentos tenía a su disposición para investigar?
Sutton recibió mucha...
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