Entrevista / Jacqueline L'Hoist Tapia / 'Es hora de la inclusión'
| Autor | Miguel de la Vega |
Entrar al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México es entrar a otro México, en el que los baños son mixtos, los letreros son en un lenguaje incluyente y la directora está tatuada.
Se llama Jaqueline L'Hoist -en francés se pronuncia "Luas"- y es una chilanga a la que le gusta la acción, no la contemplación, cuando se trata de los derechos humanos. La entrevista se da en vísperas de que el DF sea declarado ciudad "gay friendly".
¿En qué consiste la declaratoria?, ¿hay algún un tipo de certificación?
Gay friendly es un término que principalmente tiene qué ver con un tema turístico. No hay una certificación, no hay nadie que te diga: "bienvenido a la organización de ciudades gay friendly". Es algo que se da por la vía de los hechos: políticas públicas, infraestructura, reconocimiento, inclusión...
¿Para el DF implicará algún cambio específico, una reforma?
Esto sale de una demanda de la sociedad civil cuando Miguel Ángel Mancera estaba en campaña. La meta número 3 del plan de desarrollo señala que la ciudad decide hacerse amigable para los adultos mayores y las personas LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexual). Mañana conoceremos qué nuevos compromisos se hacen.
¿Hacia dónde vamos?
Las grandes ciudades, incluida la Ciudad de México, han ido transitando de la tolerancia a la inclusión.
Hablar de "tolerancia" es como si se tratara de algo incómodo...
Es como decir: "te estoy haciendo el favor". Por eso esperaría que el compromiso del GDF fuera más enfocado a la inclusión.
¿Por qué?
Hemos avanzado mucho en política pública y legislativa. Ahora debemos darle prioridad a que las personas tengan acceso a esos derechos que ya están en las leyes. Hoy por hoy, el reto es el cambio cultural.
¿Eso es lo más difícil?
Sí, pero es hora de la inclusión. Es lo que nos toca hacer en la ciudad.
¿Cómo le explicaría a un extranjero el grito de "puto" en el estadio?
Me queda claro que quien va al estadio no está pensando en vulnerar a la comunidad LGBTTTI. Pero la palabra "puto" tiene una connotación: te estoy diciendo marica, te estoy diciendo chillón, te estoy diciendo vieja. Y verbalizarlo así pone en situación de vulnerabilidad a los homosexuales y, además, aflora la misoginia contra las mujeres.
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