Entrevista / José Murat / Murat retrato de un cacique
| Autor | Fernando del Collado |
Oaxaca.- "A mí nadie me atrapa, amigo. No hay por dónde. En pocas palabras, soy como un pez", espeta envalentonado el gobernador José Murat.
Está contento y seguro. Se cree invencible e infranqueable y no pierde la oportunidad de presumir su trabajo político: "en nuestras regiones había una gran presencia de caciques. Después de cuatro años y ocho meses, te puedo decir que hemos acabado con los cacicazgos tanto económicos como políticos y esos son los que dicen y me inventan historias. Ya les dije que acepto todas, excepto que dejen en claro que me siguen gustando las mujeres. Así de simple, hermano".
Desenfadado a su manera, campirano en el habla, y autodefinido como un político "honesto" y "transparente", Murat en verdad que parece desenvolverse como pez en el agua. Y Oaxaca, por supuesto, es su mar:
-¿Un pez en el agua?
-Sí... Y, además, muy codo, codo, amigo.
-Lo señalan como un cacique, gobernador...
-¡Nombre, ojalá! Te voy a platicar algo. Ni por la mente me ha pasado.
-¿Qué tal lo prepotente?
-Yo no soy prepotente. Lo que pasa es que soy muy franco, muy directo. Yo hablo y digo las cosas que siento, que pienso, que son las cosas que quiere la gente. A ver, hay dos formas de que te muevas en la vida: con el corazón y la mente. O nada más con la mente o nada más con el corazón. Si lo haces con la mente eres calculador y frío; si lo haces con el corazón va el alto grado de sinceridad. Yo soy un hombre transparente y honrado, pero además soy un hombre con ideología, con principios y sé el desafío, sé qué quiero y sé adónde voy.
-¿No centra el poder únicamente en su figura?
-No, lo que pasa es que Oaxaca es un estado en donde, por experiencia histórica, todo mundo quiere llegar a la última instancia que es la del gobernador. Y ser gobernador es una obra que yo soñé hacerla un día. Era un reto de vida.
-¿Entre sus valores personales, íntimos, le molesta la mentira?
-¡No sabes verdaderamente cómo me irrita el chisme y la mentira!
José Murat está próximo a cumplir cinco años de gobierno. Acaba de recuperar para el priismo nacional su entidad al llevarse "carro completo" (el total de los 11 distritos electorales de la entidad) en la elección intermedia federal del 6 de julio pasado y no desaprovecha la ocasión para presumir sus logros administrativos: "Más de 160 mil obras, hermano. A ver, ¿quién lo ha hecho?", refuta.
En su propio mar, sin embargo, se agitan aguas no del todo claras. Durante sus años de gobierno, los oleajes de su gestión administrativa llevan consigo el sello y seña de su particular estilo de gobernar.
Desde su arribo al gobierno, el estilo de Murat ha estado marcado por la violación a las normas constitucionales locales, la desaparición o suspensión de autoridades municipales, el desvío de recursos públicos en beneficio de su partido político, así como también se le ha acusado de amenazas, intimidación y presión política contra sus opositores.
"¡A cuál oposición te refieres! A los que quieren regresar al poder. Yo te diría a ti, con todo respeto: ¿qué es más importante, la opinión de la gente, de los distintos estratos del pueblo de Oaxaca o la opinión de dos o tres que están queriendo 'quítate tú para que me siente yo' en la silla del gobierno?
"No, yo en eso no me detengo ni me fijo. A mí me interesa la opinión de las mujeres de los mercados, de los hombres en las distintas empresas de Oaxaca, del pueblo en su conjunto, de las comunidades al interior del estado. Y ahí, las respuestas están a la vista.
"Yo no te quiero hablar a ti de encuestas, pero tengo en aceptación de la gente, de las puntuaciones más altas del país con 92 puntos. Y no son encuestas mías, ¿eh? Son encuestas que hacen las distintas formaciones de oposición. Y estamos en el quinto año de gobierno, hermano", alardea.
''Hay que meterse para tratar de que lleven la fiesta en paz''
Sólo en lo que va de su gobierno, se han registrado 140 destituciones o suspensiones de los poderes municipales. Una cuarta parte del total de municipios en Oaxaca (de los 570 existentes, 418 se rigen por los "usos y costumbres" y en 152 municipios están bajo el régimen electoral de partidos políticos). No es un asunto menor para un estado donde el reconocimiento a los usos y costumbres indígenas para la organización de su gobierno es norma y principio constitucional. No es un asunto menor tampoco para el respeto a la autonomía municipal.
Es tal la acumulación de procedimientos jurídicos para la suspensión de poderes municipales en la Cámara local, que el 9 de septiembre pasado el presidente de la Comisión Permanente de Gobernación, el priista Lorenzo Hernández Ahedo, reconoció que existían riesgos de desestabilización política y social en las entidades municipales donde se ha suspendido a la autoridad, y llamó a "descongelar" al menos 30 solicitudes de desaparición de poderes en igual número de ayuntamientos.
En esas entidades, "donde existe incertidumbre por la situación político-administrativa", a decir del legislador Hernández Ahedo, sobresalen Santa Cruz de Bravo, Santa Cruz Xoxocotlán, Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, San Pedro Huamelula, San Jorge Nuchita, Unión Hidalgo, San Andrés Huaxpaltepec, San Agustín Chayuco. En todas, las distintas autoridades se encuentran "suspendidas en forma provisional de sus funciones".
Y es que son las entidades municipales el último eslabón de la cadena de control político expandido por el gobernador José Murat. En colaboración con el Poder Legislativo local, cuya mayoría es priista, Murat ha extendido su influencia para remover o destituir a su antojo a los presidentes municipales, reconoce Juan Manuel Cruz Acevedo, quien fuera presidente del Congreso oaxaqueño en la legislatura pasada, la LVII.
"Murat ha sabido utilizar al Congreso local para poder destituir o suspender a su antojo a los poderes municipales. Lo primero que hacen es amenazar a la autoridad municipal con auditorías. Es tan burdo, que en algunas cuestiones que son susceptibles de aclaraciones, inmediatamente el Congreso las señala como desviación de recursos. Y sin que se observe ningún otro procedimiento, decretan la suspensión del ayuntamiento o el nombramiento de un consejo o administrador. Lo curioso es que esa nueva autoridad es propuesta por el Ejecutivo para que el Legislativo lo ratifique", apostilla el también ex diputado priista.
En Oaxaca, agrega Cruz Acevedo, "no existe en la ley orgánica municipal norma que establezca un procedimiento autónomo de suspensión. Lo único que se prevé es lo que la Constitución general reconoce: que la desaparición de un ayuntamiento o la suspensión sean cuando las condiciones son extremas de ingobernabilidad en un ayuntamiento. Pero aquí han desfigurado el espíritu de la Constitución y le han dado una interpretación caprichosa. Sin ser escuchados los ayuntamientos, sin posibilidades para su defensa, decretan la suspensión. Eso violenta la autonomía municipal y, lo que es peor, desestabilizan al tejido social".
Da gusto ver cómo se desenvuelve. En la casa de gobierno de la ciudad de Oaxaca, Murat está a sus anchas, como un pez en su pecera. Rebosante saluda a todos los públicos que han ido a visitarlo, los tutea, los abraza. Ahí se le ve, delegando, saludando, realizando llamadas. Es viernes 12 de septiembre y al gobernador se le pregunta sin rodeos sobre la desestabilización social en los municipios.
"Nada de eso, amigo. Al contrario, Oaxaca avanza, va en ruta, está en marcha de crecimiento, en la modernización, con objetivos muy claros y con visión de futuro."
-¿Por qué ha habido muchas suspensiones de presidentes municipales?
-¡No son muchas! Los conflictos son intermunicipales, de grupos, a veces con el ingrediente de los partidos políticos. Y nosotros tenemos que lograr que se mantenga con toda claridad lo que se dice en el precepto constitucional y la ley en materia electoral. Y bueno, al ser conflictos, hay que meterse precisamente para tratar de que lleven la fiesta en paz.
-¿En esos conflictos ha tenido que intervenir directamente?
-Mira, lo primero que hacen es ir a la Cámara de Diputados para hacer su denuncia. La Cámara de Diputados que es una Cámara plural integra una comisión y se empieza a revisar, pero también llega a la Secretaría de Gobierno. Cuando se resuelve el problema en esas instancias yo soy el primero en sentirme contento. Pero cuando no sucede, pues se da generalmente la participación del gobernador.
-¿Y se engrandece más en situaciones de crisis?
-No...
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