Entrevista / Mikel Arriola / 'Me gusta ganar'

AutorMiguel De La Vega

FOTOS: ADRIANA GARIBAY

Cuando se habla de que el pelotari Mikel Arriola es el campeón nacional de jai-alai, resulta complicado asociar esa imagen con la del hombre que sacó los productos milagro de la televisión. Pero sí, son la misma persona.

Desde el saludo, el titular de la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios deja ver que es un tipo macizo, conciso y, sí, preciso. No habla mal de nadie, no se altera, se mantiene firme, tiene esa calma fría del cazador que puede estar horas sin moverse para atrapar a su presa.

¿Sonrisas? Pocas: cuando habla de su pasión por la pelota vasca o de su familia.

Un detalle revela el carácter del funcionario: jugó con un tendón roto el partido con el que obtuvo el campeonato nacional. Esa tozudez lo llevó al quirófano el viernes.

¿En qué se parece el jai-alai a la política?

En la política y en el jai-alai, si no hay trabajo, empeño, disciplina; si no hay fondo, ni sustancia, no hay buenos resultados.

Eso es en cualquier deporte. ¿Específicamente en el jai-alai?

La intuición es una herramienta básica.

¿Saber para dónde va la bola?

Si no tienes intuición, no eres efectivo ni eficiente, no eres un contrario difícil.

Tienes fama de duro.

En una institución como ésta, el primer objetivo es proteger la salud de la población.

Pero, entonces, ¿sí te consideras duro?

Hay un principio general del derecho que dice: "la ley es dura, pero es la ley". Y en una institución que está para proteger la salud, el bien jerárquicamente más alto, después de la vida, pues sí, se tiene que ser duro y, desde luego, justo.

A nadie le gusta que lo regulen.

Lo que exige el regulado, desde luego, es un regulador eficiente, transparente y predecible, que se sepa qué va a pasar.

No te has peleado con todos como otros titulares de Cofepris, ¿cuál es el secreto?

La regulación no solamente es cosa del regulador, sino también del regulado. Una de las políticas más exitosas que hemos tenido es establecer puentes de comunicación. Los temas regulatorios se resuelven en la mesa.

Pero tampoco eres el más querido.

Bueno, cuando el destinatario de una decisión negativa se entera de la misma, desde luego, tampoco está obligado a felicitar al que la toma.

¿Se necesitan bolas, pelotari?

Jajaja. Son pelotas.

¿Qué pega más duro: una pelota de estas o las farmacéuticas?

Una pelota de jai-alai. Las farmacéuticas son vehículos para transmitir a la población beneficios directos e inmediatos. Estamos hablando de una industria que está directamente ligada con...

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