Entrevista / Mueve la rabia a Fo

AutorÁngel Villarino

Corresponsal

ROMA.- Dario Fo (San Giano, 1926) está rabioso. El Nobel de Literatura brama contra las injusticias, en particular las que se cometen en su Italia natal. Ataca a la televisión, a los políticos y empresarios; no deja títere con cabeza.

"Tengo la rabia dentro. Me dan rabia todas las injusticias; son demasiadas. Me da rabia la violencia, la falta de respeto por los que sufren... Todo eso me da rabia y me hace seguir luchando. Lo vivo como una lucha", afirma en entrevista.

Tras perder como candidato de la coalición de centro-izquierda La Unión para la Alcaldía de Milán, Fo está más politizado que nunca. Responde con prisa porque tiene cientos de pendientes en su agenda.

"El teléfono no para de sonar, es una locura, no puedo más".

Pese al estrés, no pierde el sentido del humor y considera a la risa la única vía para escapar al frenesí de la vida moderna.

"¡El humor es la sal del lenguaje, de las personas! Un pueblo que no tiene sentido de lo grotesco, de la sátira, es un pueblo pobre", afirma el dramaturgo, autor junto con su esposa Franca Rame de obras como Muerte accidental de un anarquista, Tengamos el sexo en paz y Aquí no paga nadie.

El arte de la provocación sigue vivo en Italia a través de la sátira, sostiene el actor, con una carrera de más de medio siglo en el escenario.

Su vida artística ha estado marcada por la política. ¿Por qué?

Porque (la política) es la clave de la vida. La democracia nace de la política. Y por eso quien no hace política, difícilmente puede combatir el vacío democrático, de derechos civiles, de justicia, de libertad...

¿Cree que ese vacío es cada vez más grande?

¡Claro! Sobre todo cuando ocurre como en Italia, donde un Gobierno de derecha como el que tuvimos (encabezado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi) se pone a dirigir, a entrometerse en los problemas del individuo, de la sociedad.

La vida política italiana ha sido para usted una fuente de inspiración permanente.

Más que de inspiración, prefiero hablar de lucha, porque no me genera inspiración, sino rabia, resentimiento. Siento que hay una tremenda injusticia a mi alrededor. Este es un país donde se hacen leyes ad hoc (con un fin determinado). Berlusconi construyó leyes para proteger sus negocios y tener ventaja sobre el resto. ¿No le parece eso como para sentir rabia?

Más allá de Berlusconi, la sociedad está herida.

Lo que me da rabia, lo que me hace sentir mal, es el hecho de que suceda lo que me ha pasado a mí en Milán. He combatido...

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