Entrevista / Jean-François Botrel / Defiende valor del no libro

AutorJesús Pacheco

Desde su perspectiva como historiador, el hispanista francés Jean-François Botrel (Rennes, 1942) ha visto transformarse la experiencia individual de lectura de una intensiva -ese primer deletreo en voz alta que se enseña en la primaria- a una lectura extensiva, silenciosa. Y si bien se trata de una tendencia general, Botrel admite que subsisten formas más arcaicas en niños y adultos.

"El progreso general de la relación con la cultura escrita ha permitido la superación de una lectura elemental, muy lenta, hacia una lectura global que permite leer la plana de un periódico con una mirada", explica. "Hay que pensar, antes incluso de esta fase mental del deletreo, en lecturas con ayuda de otra persona, organizada, que sigue dándose con niños y adultos".

En ese progreso, la relación con el libro como objeto también se ha modificado. Una vez más, como historiador, Botrel ha visto pasar el libro de un objeto sacro, caro, escaso, con tirajes de 500 ejemplares, a lo que hoy tenemos por libro y que suele asociarse ya con su presentación en ediciones de bolsillo, accesibles y con tirajes masivos.

En ese estudio de la lectura, Botrel ha concentrado muchas de sus investigaciones en lo que puede significar para una sociedad determinada su relación con los llamados no libros, esos impresos que acompañan la vida cotidiana y que escapan a la categorización del libro o del folleto según la UNESCO. Pueden incluso tener como soporte tela o metal, y tener un aspecto muy poco digno: anuncios e impresos para todos los usos, sociales, funcionales o para el ocio.

"La idea es que el libro, conservable, es un objeto minoritario dentro de toda la producción impresa hoy y siempre. Donde hay un libro, suele haber tres no-libros. Y si se empieza el recuento de esto, uno se queda impresionado. Viviendo un semestre en Madrid, me he dedicado a recoger todos los papeles que me llegaban en el buzón, y era un montón.

"Evidentemente, son impresos que no se destinan a la conservación, pero como son repetitivos, tienen una importancia social. Y el historiador ha de prestarle alguna relevancia".

En su caso, Botrel ha prestado relevancia lo mismo a los impresos de Cordel, literatura que se halla entre la narración escrita y la oral que sirve para la memorización, que al coleccionismo femenino de álbumes, como el de Felisa Alcalde, o una Navegación para el Cielo, pliego de papel que se dobla y constituye una especie de programa para alcanzar el cielo.

Y para subrayar la relevancia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR