Entrevista / Simón Hamparzumian / 'Lo importante es no tener miedo'

AutorMiguel de la Vega

Foto Luis Castillo

Simón Hamparzumian, don Simón, quería tener mil millones de pesos, de los de antes. Todo su dinero lo tenía en la bolsa. Y, en 1987, con el crack bursátil, lo perdió. El empresario tuvo que empezar de cero y, dos años después, puso un restaurante de mariscos, con apenas cuatro mesas: Fisher's. Hoy tiene 6 marcas, 26 sucursales y casi 2 mil empleados.

¿Cuál es su filosofía?

Eso va cambiando a través del tiempo, no puedes filosofar cuando no hay madurez. Hace 30 años, pensé que iba a salir de la situación que me amargaba.

¿Qué le amargaba?

La economía, pensé que iba a salir, pero no era fácil. Los tiempos eran muy distintos, la inflación... un dólar costaba 2 mil 500 pesos y no alcanzaba lo que uno ganaba. Nada más se podía subsistir, pero no se podía pensar en el futuro. Yo nunca pensé en el futuro.

¿Qué pasó en 1987?

Todo lo que tenía, todo, todo, se fue.

¿Cómo vivió ese día del crack?

¡De la fregada! Estaba trabajando con un amigo cuando me enteré de la caída de la bolsa. La cosa es que mi esposa y mis hijos me decían desde dos semanas antes: "Papá, ya véndelas. Esto no es normal, que ganes tanto no es normal". Y yo les decía: "Nada más que lleguemos a mil, le paro". Y, pues, no: llegamos a 900 y tantos, y ahí empezó a bajar y a bajar. Lo perdimos todo.

¿Cómo supo que había tocado fondo?

Cuando me di cuenta de que yo solo no iba a poder y que tenía que hacerlo del conocimiento de mis hijos.

¿Qué les dijo?

Fue tal vez el momento de comunicación con mis hijos que más aprecio en la vida. Les dije que o pensaban dónde nos íbamos a vivir para que la gente no nos señalara, o me ayudaban a salir adelante. Y dijeron que sí. También mi esposa. Y, ¡órale!, nos aventamos a lo desconocido.

No debe ser fácil volver a empezar a los 50 años...

O me ponía a trabajar o se me iba el avión. No me podía quedar quieto, tenía que buscar qué hacer para sobrevivir.

¿Fue más una necesidad que una estrategia?

Fue una necesidad absoluta. No dije: "voy a poner este negocio para ganar dinero, comprar casa y comprar un coche". No, fue únicamente para subsistir.

Al principio, no le fue muy bien...

No, tuve que echar a andar lo que había más o menos aprendido. Por un lado, ser positivo y no darse por vencido. Hay muchas formas de decirlo, pero salir adelante es lo más difícil que hay. Pero, al mismo tiempo, es lo más fácil si se pone uno a trabajar. Uno no puede disfrutar cuando se empieza un negocio. Cuando llega a un cierto nivel, entonces se puede...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR