Un entusiasta de lo marginal

AutorÉdgar A. Hernández

Gabriel Zaid es recordado por el poeta Ramiro Garza como un entusiasta de los proyectos alternativos culturales, razón por la que dedicó algunas de sus reseñas a ediciones independientes.

Un joven Zaid de 20 años firma con el nombre de Gazy -que después dejó de usar- su primera colaboración para el diario El Norte de Monterrey, fechada el 24 de octubre de 1954.

El hoy reconocido poeta y ensayista, que celebró el pasado 24 de enero su 70 aniversario, hace una reseña del libro Habrá que detenerse, primera novela del autor regiomontano de vanguardia Alberto Arrambide.

"Somos contemporáneos y siempre estuvo muy atento para dar voz a aquello que se hacía de forma casi marginal en Monterrey", recuerda Garza, el editor de la obra.

Junto con su esposa, la también poeta Carmen Alardín, Garza fundó el sello independiente Pauraque, que imprimía, de forma casi artesanal, no más de 300 ejemplares por título.

En total, Editorial Pauraque publicó cuatro obras: Solar poniente, de Garza; Pórtico labriego, de Alardín; Historias de Nuevo León, de Tomás Mendirichaga, y la mencionada novela de Arrambide.

"Eran ediciones de pura audacia y probabilidad. Lo hacíamos con una imprenta de cangrejo, colocábamos tipografía por tipografía e imprimíamos. Fue una aventura de promoción literaria ante el árido panorama cultural de Monterrey en aquella época, pero desafortunadamente no duró más de cuatro años; el grupo se desmembró y nadie fue capaz de continuar con el proyecto", explica Garza.

Arrambide (1930-1994) fue autor de un solo libro; el resto de su obra permaneció inconclusa debido a que su oficio de sobrecargo no le permitió dedicarse a la carrera literaria, refiere el poeta...

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