Una epidemia global
Enfoque/ Especial
Tráfico de influencias, financiamiento ilegal de partidos, enriquecimiento inexplicable y concesión de beneficios fiscales son algunas de las irregularidades que implicaron a figuras públicas de primer nivel en los años noventa en países como Alemania, Francia, Italia, España Brasil y Argentina, entre otros.
"La corrupción abraza a todo el mundo", plantea el presidente para México de la organización Transparencia Internacional, Federico Reyes-Heroles. Estados Unidos es el principal corruptor del mundo, considera el experto español Jorge F. Malem. En opinión del especialista José Octavio López Presa, en México existen bases institucionales para combatir los abusos.
El uso del poder para obtener ventajas ilegítimas se ha presentado en países ricos y pobres, en gobiernos de izquierda y de derecha, y en democracias incipientes, pero también en aquellas plenamente consolidadas. Al respecto, Transparencia Internacional ha elaborado un índice de percepciones para clasificar a 90 países, siendo el 1 el percibido como menos corrupto y el 90 como el de mayor corrupción. En su último reporte México ocupa el lugar 59.
Estrellitas en la frente
El próximo gobierno en México deberá perseguir todos los delitos y, en paralelo, establecer una campaña de reconocimiento, poner "estrellitas en la frente" a los miles de funcionarios honestos, opina Reyes-Heroles. La corrupción, asegura, no sólo depende del nivel de desarrollo económico: también es un problema cultural.
El también politólogo destaca que en Costa Rica se ha podido inculcar la integridad personal desde la niñez, mediante la educación.
Entrevistado en las oficinas de Transparencia Internacional en San Jerónimo, el presidente de este organismo para México invita al próximo gobierno a fortalecer el sistema judicial y a mejorar los salarios de los funcionarios públicos. "En paralelo", subraya, "hay que buscar los atajos para incidir sobre las cuestiones culturales y educativas".
-¿Se ha avanzado en los noventa en el combate a la corrupción a escala mundial?
-Sí. Aunque para la opinión pública resulte difícil de aceptar, porque hemos escuchado muchos casos de corrupción recientemente. Se ha avanzado en el tema por tres motivos. Primero, porque ya es un tema de la agenda internacional y a finales de los años ochenta no lo era. (...) Ahora, tenemos que aceptar que la corrupción abraza al mundo, y que en ocasiones rebasa el ámbito del Estado nación. Por lo tanto más vale que encontremos medidas de conjunto.
Una segunda razón es porque las metodologías para analizar el problema se han ido sofisticando. Por ejemplo, hace...
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