Te equivocas, Vicente, dice Aguilar Zinser

Estimado Vicente:

Por medio de la presente, renuncio al cargo de Representante Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, el que me conferiste el 7 de enero de 2002. Me separo de esta encomienda de manera anticipada a la fecha del 31 de diciembre de este año en la que habías decidido terminar mi comisión. Anunciado dicho retiro, no puedo continuar por más tiempo al frente de esta Misión. Hacerlo sería contrario al interés de México. Asimismo, durante este lapso me habría sido imposible usufructuar el erario público al que los mexicanos contribuyen con sus impuestos. Doy así por cumplida la honrosa misión de representar a mi país, en particular en el Consejo de Seguridad de esta Organización. Te agradezco que me la hayas otorgado.

Te equivocas, Vicente, tus declaraciones del día de ayer son injustas. Soy un patriota, y no he sido yo quien ha ofendido a los mexicanos. No soy yo quien ve y trata a México como patio trasero. La conferencia que en ejercicio de la libertad de cátedra dicté en la Universidad Iberoamericana (UIA) es un recuento histórico de la política exterior de México y es precisamente la historia la que nos muestra de manera irretractable e inequívoca que han sido las élites norteamericanas y algunos sectores de esa sociedad, quienes han visto a México como patio trasero. Fueron ellos quienes acuñaron el término. De este trato dan cuenta prácticamente todos los ensayos, reflexiones y tratados académicos sobre las relaciones de México y América Latina con Estados Unidos. Es en toda esta literatura donde podrías encontrar una y otra vez referencias al concepto de "patio trasero". Adjunto a esta carta envío tanto la trascripción de mi conferencia en el aula Cresencio Ballesteros ante cientos de estudiantes de la UIA, como de la rueda de prensa que sostuve en ese mismo recinto. No hay en mis palabras nada que te pueda ofender ni a ti ni a los mexicanos.

Vicente, las ofensas a los mexicanos nos las han hecho quienes de manera recurrente abusan de nuestros trabajadores, menosprecian a nuestra sociedad y nos relegan en los ámbitos diplomáticos y políticos. Tú mismo lo has padecido. Me atrevo a decir que no hay mexicano que no reconozca esta realidad. Contra ella has actuado tú y muchos más a lo largo de nuestra historia. Mientras fui representante de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, México no ha sido ahí el traspatio de nadie. Con esa certeza dejo el cargo, con mi honra y la de mi familia en alto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR