Erigen un 'negocio' sin ganancia

AutorVirginia Bautista

El deseo de compartir con el público una colección particular, un espíritu altruista que no busca el negocio, un fuerte compromiso social y la convicción de que la historia es memoria e identidad que se nutre con el tiempo son las principales razones que mantienen vivos a los museos privados.

Conscientes de que un museo no es negocio y de que no hay fondo económico, por abundante que sea, que sobreviva sin una buena administración, los directores y jefes de área de los museos Soumaya y Franz Mayer, de la Ciudad de México; Amparo, de Puebla, y Marco, de Monterrey, coinciden en que palabras como calidad, eficiencia, racionalidad, productividad y autosuficiencia forman parte de su filosofía de trabajo.

"Los museos modernos tienden a acercarse cada vez más al concepto de empresa. La meta es ser autosuficientes, aunque no se generen ingresos, y tener un buen control de calidad en cuanto al personal y al producto que se oferta", comenta Héctor Rivero Borrell, director del Franz Mayer, recinto que posee 14 años de historia.

"No sólo no es negocio, sino que su funcionamiento es costoso. Por esta razón muchos han cerrado. Para mantener el proyecto debe haber detrás un verdadero espíritu altruista que revalore la historia como memoria", agrega Angeles Espinosa Yglesias, titular del Museo Amparo.

Espinosa calcula que el egreso anual del recinto poblano, que cumplirá su primera década de vida en febrero próximo, es de aproximadamente un millón de dólares.

Y señala, al igual que Rivero Borrell, que los rubros en los que más se gasta son los seguros de las obras y el mantenimiento de los inmuebles, seguidos por la seguridad y el pago de nómina.

"Es como invertir en educación. No se espera una retribución económica pronta, sino de desarrollo social. Además, creo que no es posible seguir esperando a que el Estado nos dé todo; la iniciativa privada también tiene una responsabilidad en este sentido", añade Rivero.

Administrados por una asociación civil (Soumaya), un fideicomiso (Franz Mayer) o una fundación (Amparo), estos recintos dan una importancia vital tanto a la investigación propia como a la restauración y al mantenimiento de sus colecciones, cuyas piezas son los principales objetos de exhibición.

El caso del Marco de Monterrey -con una década de vida- es diferente, pues su objetivo es promover el arte contemporáneo, con énfasis en el latinoamericano y el mexicano, y las exposiciones que organiza son curadas externamente.

Los museos mencionados poseen...

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