Ernesto Diezmartínez / En manos de Dios... ¿o del demonio?

AutorErnesto Diezmartínez

Después del obligado periplo festivalero, en el cual incluso ganó una mención especial en Guadalajara 2011, Agnus Dei: Cordero de Dios (México-Francia, 2010), segundo largometraje documental de Alejandra Sánchez (Bajo Juárez: La ciudad devorando a sus hijas, 2006), ha llegado finalmente a las salas comerciales defeñas.

Al igual que uno de los taquillazos nacionales del año, el documental Presunto culpable (Smith y Hernández, 2008), Agnus Dei trata de un asunto complicado pero más que pertinente en el México de hoy -los abusos sexuales cometidos por miembros de la iglesia católica- y tiene, también, todos los méritos para convertirse en otra cause célebre mediática y no sólo por lo escabroso del tema, sino por las decisiones fílmicas/éticas de la directora.

Con una enorme cantidad de recursos visuales y narrativos -fotografía en time lapse, segmentos claves de animación, un sugerente montaje provocador de Ana García, una espléndida banda sonora-, el filme nos muestra el caso del abuso sexual cometido por el sacerdote Carlos López Valdez al niño de 11 años Jesús Colín.

Jesús, el protagonista de su propio drama, de su propia cinta, es ya un muy articulado adulto, está casado, tiene una niña, pero quiere buscar a López Valdez para encararlo.

Es algo que necesita, dice él, para empezar a sanar una parte extremadamente dañada de él mismo. La cámara y el equipo de Alejandra Sánchez siguen de cerca esta búsqueda.

Formalmente...

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