Ernesto Diezmartínez / De muerte lenta

AutorErnesto Diezmartínez

Después de la vida (After.Life, EU, 2009), ópera prima de Agnieszka Wojtowicz-Vosloo, tiene un reparto que se gana honestamente la chuleta.

Además, el encuadre presume un manejo del color -el rojo de la sangre, el blanco de la muerte, el verde de la descomposición- que sugiere que el cinefotógrafo Anastas N. Michos y el diseñador de producción Ford Wheeler saben su negocio.

Es decir, en Después de la vida es claro que estamos en manos de profesionales: los actores y el equipo técnico-artístico. Pero también hay malas noticias: lo anterior es lo único bueno que tiene este incoherente filme, que nunca se decide qué quiere ser.

La trama inicia con la muerte en un accidente automovilístico de una joven pero impulsiva maestra de escuela, Anna Taylor (Christina Ricci vestida), que termina en calidad de fiambre (Christina Ricci desnuda) para ser preparada por el serio y dedicado Eliot Deacon (Liam Neeson), el dueño de la funeraria del pueblo en donde sucede la acción.

El problema es que Anna dice que no está muerta. Y tiene pruebas: habla, camina, grita, chilla y patalea. Eliot le dice, tranquilamente, que está equivocada: ella está muerta y pronto estará sepultada. Lo que Anna debe de hacer, le dice el comprensivo Eliot, es aceptar su fallecimiento. Además, ¿no era ya una muerta viviente desde hace mucho tiempo?

La directora juega con las dos posibilidades: que, en efecto, Eliot vea "gente muerta", como si fuera un Haley Joel Osment pero grandote; o que, en...

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