Ernesto Diezmartínez / Una trama esquizofrénica

AutorErnesto Diezmartínez

El tercer largometraje de los hermanos Anthony y Joe Russo, Tres Son Multitud (You, Me and Dupree, EU, 2006), es un ayuntamiento antinatural de dos exitosas fórmulas juveniles/ hollywoodenses: las "frat-movies" y las "chick flick". Y, claro, como toda unión contra-natura, el resultado no podía ser más que desastroso.

Me explico: las "frat-movies" son, en general, filmes vulgares y escatológicos dirigidos básicamente al público masculino. Sus protagonistas son universitarios -o recién graduados- que desafían todo el entarimado institucional (escuela, familia, trabajo, matrimonio) y que permanecen en una perpetua, dorada, adolescencia. Desde Colegio de Animales (Landis, 1978) hasta la reciente Aquellos Viejos Tiempos (Phillips, 2003) la fórmula ha variado poco. Por otra parte, podemos llamar "chick-flick" -o películas pa'l viejerío, como diría ese dechado de simpatía que es el Jefe Diego- a todas aquellas cintas románticas centradas en una joven mujer que, no importa los retos que tenga que enfrentar, encontrará al único y verdadero amor. ¿Ejemplos?: casi cualquier filme en donde aparezca, digamos, una actriz bonita y agradable... como Kate Hudson.

Tres son Multitud reúne, precisamente, a la hija de Goldie Hawn con Owen Wilson, un actor que parece haber nacido para protagonizar "frat-movies" y, aunque ellos cumplen a la perfección con lo que mejor saben hacer...

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