Entrevista/ Ernesto Sábato: Resistencia al olvido

AutorMiguel Wiñazki

Las paredes tienen el color de los años, los pisos irregulares están pulidos por las décadas, las fotos enmarcadas son sepias y guardan rostros que ya no están. Los árboles del jardín tienen alturas centenarias, y hasta el aire parece hospedar un no sé qué, como inmemorial y misterioso.

La de Santos Lugares es una casa construida con tiempo, vivificada por el pasado.

Sábato emerge desde el fondo de las habitaciones, se detiene en una escalera al lado de un reloj, como si bajara la cuesta de la vida y el reloj no le perdonara un segundo. Acepta las fotos resignado y pide un té, imperativo, pero benévolo a la vez. Y, en seguida, mientras lo bebe protestando un poco porque le falta azúcar, empieza a hablar de lo que ha sido y ya no es.

Insiste en apegarse a la historia de su vida como las enredaderas a los muros de su casa vieja. Como si allí -antes-, respirara todavía una verdad que hoy nos haría bien volver a vivir, y a reencontrar.

"Me acuerdo de las Tiendas Blanco y Negro, allí en Rojas, mi pueblo. Mi madre me llevaba siempre. Eran tiendas tranquilas, vendían ropa y artículos de ferretería.

"Me acuerdo cuando me perseguían por comunista durante la dictadura de Uriburu...

"Me acuerdo de Oscar Domínguez, un pintor que conocí en París y que cada vez que me veía me invitaba a suicidarme junto a él...

La novela virtual

Su libro La resistencia será editado por Internet, a partir de ahora usted también será un autor virtual...

Este hecho de la globalización que tanta amargura me ha traído, tiene a la vez su contrapartida. Lo importante son los valores que nos alientan, son los valores los que presiden las grandes decisiones. La lectura es un valor espiritual. Lo importante es resistir. Simplemente, no hay que permitir que nada, tampoco la tecnología, nos desperdicie la gracia de los pequeños momentos de libertad que podamos gozar: una mesa que compartimos con gente que queremos, una caminata entre los árboles, la gratitud de un abrazo.

"Me acuerdo mucho de Matilde, de mi hijo Jorge, de mi hermano Pancho a quien tanto quise...

"Me acuerdo de un cuartucho en el que vivía escondido durante la dictadura de Uriburu. En las paredes había un dibujo de Beethoven, con su clásica cabellera. Y entonces una muchacha que limpiaba allí, vio el retrato y me preguntó: '¿Esa es su mamá?'".

Se lo preguntó así, acentuando la primera "a", a lo criollo, y Sábato se ríe, se ríe y contagia la carcajada.

¿Se acuerda del futuro?, ¿es decir, piensa en el futuro?

(Sábato recompone su reputada solemnidad) Fundamentalmente, soy un ser esperanzado. Sólo la esperanza nos hará libres. No soy un escéptico. A mí se me acusa de escéptico, no es así. Creo que lo decisivo es no creer que todo seguirá igual. Lo que es apocalíptico es vivir en un tonel de diversiones vanas, como se vive...

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