Es ambulantaje mundial

AutorRafael Mathus Ruiz, Mónica Delgado, Yaotzin Botello y Luis Méndez

El Metro capitalino está invadido por el comercio informal: entradas, pasillos, andenes y hasta vagones son empleados por los vendedores para ofrecer mercancías diversas. Su presencia representa un riesgo para la seguridad de los viajeros, y las autoridades reconocen que durante un siniestro podrían retrasar el desalojo de las instalaciones. En ciudades como Berlín y Madrid el fenómeno es apenas incipiente.

Nueva York

Rafael Mathus Ruiz

Corresponsal

NUEVA YORK.- Aunque está prohibido, el ambulantaje también se da en el Metro de Nueva York.

Oficialmente, los vendedores ambulantes no están autorizados a vender sus productos en las estaciones, andenes o vagones de trenes de la red de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés), el organismo que controla el Metro en Nueva York.

Para poder vender productos en cualquiera de los lugares que son propiedad del organismo se requiere una autorización previa del organismo, informaron fuentes de prensa de la MTA.

Este tipo de permisos suele otorgarse, por ejemplo, a puestos de revistas y golosinas, que están ubicados en los andenes de las estaciones, o en las galerías y pasillos que conectan las distintas líneas de Metro de la red.

Pero de tanto en tanto se ven en los trenes a vendedores ambulantes: algunos venden golosinas, pero hay escritores o músicos que intentan vender sus libros o discos. Es mucho más común ver a artistas tocando música o realizando algún espectáculo callejero, para lo cual también requieren permiso.

Castigan con multa y cárcel

Mónica Delgado

Corresponsal

PARÍS.- En París, el comercio ambulante amerita incluso prisión.

Las entradas del Metro son consideradas parte del espacio público cuya organización depende del Reglamento de Urbanismo de la ciudad.

Todo espacio comercial o puesto debe obligatoriamente someterse a autorización y el comercio ambulante está prohibido, tanto dentro como fuera del Metro.

Estos espacios, incluidos los kioscos o puestos, obedecen a este reglamento, que calcula el espacio disponible en cada acera para el paso de los peatones, pero también para el paso de los servicios de emergencia o urbanos.

El llamado espacio útil se calcula, primero, deduciendo lo que corresponde a los árboles y su enrejado o espacio que los rodea, las rejillas de aereación del Metro, mobiliario urbano como basureros, cabinas telefónicas, páneles de señalización o publicidad, paradas de autobuses, etc.

El paso de peatones en la mayoría de aceras dispone...

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