Es la 'biblio'
| Autor | Teresa Rodríguez |
Podrá ser un espacio pequeño si se mide en metros cuadrados, pero es uno infinito si se habla de conocimiento acumulado y plasmado en millones de páginas.
La biblioteca de la Escuela de Administración de Instituciones (ESDAI) de la Universidad Panamericana, tiene fama de ser una de las más completas, incluso de Latinoamérica, en materias de gastronomía e historia de la cocina.
En sus estantes pueden encontrarse lo mismo textos elementales como "La Cocina y los Alimentos", de Harold McGee, que joyitas como una edición de 1988 de "El Nuevo Cocinero Mexicano" y curiosidades como un recetario tradicional recopilado por Graciela M. de Flores.
La suya es una colección especializada en administración de servicios, ciencias aplicadas a la tecnología de alimentos y gastronomía que hace sentir a cualquier ratón de biblioteca culinaria como niño en dulcería.
Y tanto ha corrido de boca en boca la buena reputación de este recinto que, a menudo, sus cubículos y salitas de estudio están ocupados por alumnos de la Ibero, la Anáhuac, el Superior de Gastronomía, el Claustro de Sor Juana...
"Me sorprendió muchísimo que vino una alumna del Colegio de México, estaba haciendo una investigación de maestría sobre Perú y nos dijo que nunca se imaginó que tuviéramos esta biblioteca. Llegaba a trabajar aquí desde las 7 de la mañana", cuenta la bibliotecaria Laura Alcántara.
El acervo bibliográfico del ESDAI lleva 45 años formándose, profesores y alumnas han colaborado con una buena parte, gracias a las tesis y los seminarios de investigación. Pero, igualmente, la biblioteca ha recibido donativos importantes, el primero por parte de la Fundación Miguel Alemán, en 1975, y el segundo, de la chef Lula Bertrán, quien cedió 600 títulos, cuenta Rosa Adriana Vázquez Gómez, directora del departamento de investigación.
"Hay un presupuesto importante para la adquisición de libros. Cada año se asiste a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.Las academias solicitan a los profesores que enlisten sus recomendaciones y la encargada de la biblioteca, Lydia García, es quien va a la feria. Nos proveemos de lo más novedoso", dice Vázquez.
Para darle difusión tanto a las obras recién adquiridas como a esos clásicos que podrían resultar todo un descubrimiento, alumnas y profesores reciben en sus correos electrónicos boletines con las portadas de las publicaciones.
Corría por ahí la leyenda urbana de que por ser una escuela de mujeres, ningún hombre ajeno a la institución podía...
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