'Es muy poco lo que se gana'

AutorSandra Isabel Jiménez

REFORMA / Veracruz

EL SALMORAL.- Este pueblo de cañeros ve cada año cómo sus hijos emigran a las ciudades o a Estados Unidos. La bonanza que se vivió hasta hace 15 años quedó atrás, cuando los precios de la caña de azúcar comenzaron a bajar.

Benito Pastrana Hernández, de 43 años, cansado de la labor del campo y en busca de algo mejor, trabaja ahora en el ayuntamiento de La Antigua, y algunas tardes y los fines de semana se va a un taller de fabricación de maquinaria para campos cañeros "a conseguir un poco más".

Le va mejor que a Candelario Muñiz Rivera, que desde hace seis meses se quedó sin trabajo y para conseguir algo de dinero se dedica a rellenar los accesos del vado que une a la comunidad con la autopista Veracruz-Cardel, a 2 kilómetros de distancia, esperando que los conductores le regalen algunas monedas.

"Tengo esposa, un hijo, mi jefa y... pues hay que buscarle", dice Candelario mientras extiende un recipiente para que caigan las monedas.

Su trabajo en el campo cañero consistía en "cortar caña, chapear potreros, marcar guardarrayas, lo que sea"; dejó de hacerlo hace seis meses.

A este pueblo, del municipio La Antigua, lo alimentó la migración hasta llevarlo a tener una población de unos 5 mil habitantes.

En sus alrededores hay lo que fueron campamentos de cortadores de caña que llegaban de otros estados todavía en los 80 y se quedaron a vivir aquí.

Benito Pastrana llegó de Veracruz, con el gusto por el campo metido en la sangre; Candelario vino del norte del estado.

Javier...

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