Lo mío es mío, ¿y lo tuyo?

AutorLaura Velasco

Antes de firmar tu contrato de matrimonio, debes decidir si se celebrará bajo el régimen de sociedad conyugal (bienes mancomunados) o bajo el de separación de bienes.

Cada uno por su Lado

En el régimen de separación de bienes, cada cónyuge conserva la propiedad de los bienes que le pertenecen. Los frutos y acciones de dichos bienes no serán comunes, sino del dominio exclusivo de su dueño.

También serán propios de cada uno de los cónyuges los sueldos y ganancias que obtengan por el desempeño de un empleo.

En resumen, si eliges el régimen de separación de bienes, todo lo que esté a tu nombre, incluyendo deudas, así como lo que adquieras durante el matrimonio, será exclusivamente de tu propiedad.

Los bienes de tu pareja serán, de igual manera, únicamente suyos, y por ningún motivo puedes disponer de ellos, a menos que así lo decida tu pareja bajo algún otro argumento legal, como lo sería un testamento.

Si eliges este régimen, los bienes que tú y tu esposo adquieran durante su matrimonio pertenecerán a la persona a nombre de quien estén. Todo lo que compren, por ejemplo, su casa, puede ponerse a tu nombre o al de tu pareja, o a nombre de ambos.

En caso de que se llegara a disolver el contrato de matrimonio, cada persona se queda con sus bienes o pertenencias.

Por Siempre Juntos

La otra opción es el régimen de sociedad conyugal, mejor conocido como el régimen por bienes mancomunados. Comprende no sólo los bienes que pertenezcan a cada cónyuge desde antes del matrimonio, sino también los bienes que adquieran durante éste.

El dominio de los bienes comunes residirá en ambos cónyuges mientras subsista la sociedad conyugal. Esto quiere decir que todos tus bienes y los de tu pareja se convertirán en propiedad de ambos.

En caso de disolverse el matrimonio, los bienes se repartirán de acuerdo al convenio de disolución de la sociedad conyugal, mismo que deberá ser aprobado por un juez.

Las Cuentas Claras

Por otra parte, hoy en día son cada vez más las parejas que elaboran un contrato prematrimonial para así asegurar tanto su futuro como sus bienes. Se trata de las llamadas capitulaciones...

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