Escalera al Cielo
| Autor | Sergio González Rodríguez |
Cuatro escritores de Nitro/Press
La editorial Nitro/Press, que dirige el escritor Mauricio Bares, publica una colección de cuatro relatos de respectivos escritores, prestigiados todos ellos por su enfoque vital y crítico: Rubén Bonet, Pepe Rojo, J.M. Servín y el propio Bares. El libro se titula Me ves y sufres (2003), y sus relatos hablan de experiencias laterales y de reto a lo convencional. Escenarios de violencia, de narcosis, de corporalidad, donde se escucha lo mismo los sonidos de la música electrónica que el de los gemidos que entrecruzan el pavor nocturno.
Por ejemplo, escribe J.M. Servín en "Bonne anne, monsieur Servín", registro de una alteridad cultural: "La vida aquí no ofrece mayores cambios y ni siquiera me tomo la molestia de saludar a los vecinos. Salgo poco a la calle e ignoro a quienes encuentro de paso porque es una costumbre arraigada que evita falsas cortesías. Esto lo aprendí del conserje, emigrado de España hace cincuenta años. Me lo cruzo cuando voy por el pan y él regresa cautamente del bar antes de comenzar la repartición del correo, a las nueve". En este tono atento a los detalles y los contrastes debajo de la normalidad, el relato de J.M. Servín entrelaza reflexiones agudas y apuntes reveladores. Me ves y sufres constituye una apuesta sólida y de espíritu postvanguardista que a su vez busca la calidad literaria. Un juego inteligente de un editor y un grupo de autores independientes.
El libro de E
El protagonista de El libro de E (Siruela, 2003), la imaginativa novela de Javier Salinas, puede ser una metáfora de Europa, pero, sobre todo, es uno de los ejercicios narrativos más "raros" (en el sentido noble de la palabra) de la narrativa iberoamericana de los últimos tiempos. Relato en busca de la identidad de su(s) personaje(s), flujo existencial que desafía el tiempo y el espacio a lo largo y a lo ancho del continente europeo, El libro de E asume ropajes existenciales y rostros diversos cuyo sentido final parece ser la propia vida que se expande. O su reverso, el grito de la muerte.
Apunta Javier Salinas: "E, por ejemplo, preferiría no dar cincuenta mil vueltas en la cama cada noche. También ser más delgado y más inteligente, y tener más seguridad en sí mismo y no utilizar gafas. Y, sobre todo, lo de la agorafobia y lo de la claustrofobia. Para esto último E tiene un truco y es imaginarse que no está ni en un sitio ni en otro. Que no está en una habitación ni fuera de ella. Que es él y que no lo es". En este tono...
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