Escalera al cielo / Fake news
| Autor | Sergio González Rodríguez |
Una noticia optimista para comenzar el 2017: el gobierno ha gastado al año en propaganda e imagen más del doble de lo presupuestado.
En 2015 se alcanzó la cifra de entre 400 y 500 millones de dólares para convencer a propios y extraños de que en México todo va bien.
Y 2016 fue un año de oportunidades y de lecciones aprendidas: vivimos situaciones adversas y, en unidad, las enfrentamos.
Seguimos trabajando en ellas, en los momentos que no han sido gratos, sabiendo que, como nación, tenemos la fortaleza para afrontarlos.
Que ha sido un año en el que millones de mexicanos han empezado a construir su propia historia de éxito; en el que otros nos la han contado. En el que ha habido retos difíciles y, en ellos, hemos detectado oportunidades.
Que recordemos que en la búsqueda de un mejor México, participamos todos. Que no hay que perder de vista eso que nos mueve, y vivir este año 2017 al máximo. Que debemos amar, aprender, compartir sin limitantes, creyendo en nuestro país y en nosotros, los mexicanos.
Que reciban nuestro más afectuoso y sincero abrazo, pues nuestros mejores deseos son para todos ustedes, y que éste sea un año de salud, de felicidad, de esperanza, de unidad y de orgullo plenos.
Vale la pena detenerse en ese mensaje de Año Nuevo emitido desde la cima de la llamada alta burocracia, en su trasfondo estremecedor: la gravedad histórica de México es reducida a un cuento banal redactado desde una especie de sabiduría de galleta china, balbuceo de Twitter o parrafada de libro de superación personal. ¿Por qué se degradó tanto nuestra política que desapareció por completo la visión de Estado y la responsabilidad ante la sociedad, e incluso el respeto a la mínima sensatez discursiva?
Desde 15 años atrás se arrastra en México un daño brutal, cuando se impusieron en el gobierno dos estrategias a partir de manipular los efectos de los problemas y olvidar sus causas: 1) reducir la gestión pública al pensamiento positivo; 2) confundir la política concreta con la urgencia de generar percepciones positivas en la gente.
En estos años aciagos, hemos atestiguado lo mismo la justificación de pésimas decisiones de gobierno con falacias y gasto incesante en propaganda e imagen, que vulneraciones al orden constitucional y la soberanía del país, actos de extrema corrupción e impunidad, ataque a los derechos humanos y desprecio al Estado de derecho, además de la construcción de una alta burocracia que se dedica, en el sistema de partidos y a través de los...
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