Escape a Malinalco

AutorSergio Zepeda

Fotos: Sergio Zepeda

MALINALCO, Estado de México.- En torno al círculo de tambores, un niño de no más de tres años explora el lugar. Ha pasado cerca de 15 minutos muy concentrado siguiendo el ritmo de la música, pero parece que finalmente ha perdido el interés. No importa, se encuentra en el lugar ideal para separarse del grupo por un momento.

Estamos en el centro holístico Ollinyotl, dentro del pueblo de Malinalco, participando en una actividad que se antoja ideal para niños. A la sesión se ha presentado una familia de turistas franceses que frecuentemente visita el lugar, un matrimonio con un niño pequeño (ese que ahora se ha alejado un poco), un par de parejas mayores... En total, somos 35 personas.

Además del círculo de tambores, que se ofrecen esporádicamente, este centro organiza temazcales los sábados (de 18:00 a 20:00 horas) y los domingos (de 12:00 a 14:00 horas). Y los domingos también se realizan sesiones de meditación y canto de manera gratuita.

Se trata de una de las actividades para descubrir opciones de diversión familiar en este pueblo, cuyos orígenes se remontan al año 1200, cuando llegaron los primeros pobladores a la zona. Fue hasta tres siglos después, en 1501, cuando se construyó el centro ceremonial que hoy le da fama. Pero más allá de las ruinas que existen en el lugar, hay que conocer otros de sus atractivos.

Un museo vivo

Nuestra segunda parada nos lleva a un pequeño pero interesante museo. ¿Su particularidad? Al pagar los 30 pesos de entrada y cruzar la puerta, los viajeros se encuentran de inmediato ante un museo vivo.

Ubicado en la Calle Pensamiento, en el barrio de San Guillermo, el Museo de los Bichos exhibe desde hongos locales hasta mantis religiosas, desde escarabajos hasta ciempiés, sin olvidar a un par de boas constrictor: Seboastián y Estrángula, y a la tarántula llamada Tamarántula.

El museo, que sólo abre sábados y domingos, es un espacio modesto de cerca de 600 metros cuadrados y tiene por objetivo romper con ciertos mitos en torno a los insectos. La idea es que la gente deje de matar insectos inofensivos y en cambio aporte a la conservación de la biodiversidad local.

Pintura colonial

Después de visitar el museo, caminamos unos 20 minutos por las calles de Malinalco hasta el Convento de la Transfiguración. Ahí se encuentra uno de los mayores ejemplos del sincretismo cultural que se dio en los años...

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