Desde el escenario
| Autor | Luisa Huertas |
En el cine, por la cantidad de material que se inscribió al Ariel este año, podemos ver el crecimiento que ha tenido la industria a partir de la iniciativa 226, lo cual es altamente gratificante. Tuve oportunidad de ver cosas espléndidas que se ven reflejadas en las nominaciones y otras tantas que no fueron nominadas, pero también muy buenas. Hubo diversidad y se abordó todo tipo de temas. Este tipo de iniciativa me parece muy importante al lado de la labor del IMCINE. En cuanto a producción teatral tenemos la iniciativa 226 bis, que también ha colaborado a que se presenten proyectos de todo tipo. Es de reconocer que el criterio es muy amplio, no se observa "discriminación". Hay proyectos de corte totalmente comercial y hasta banal diría yo; algunos con intervención de televisoras y fuertes empresas que de suyo tienen dinero, otros que por fortuna manejan un lenguaje de búsqueda, de riesgo, que persiguen un objetivo artístico.
Se podrían enriquecer ambas iniciativas estableciendo diferentes categorías con el objeto de proteger a aquellos que no precisamente llevan a "grandes figuras de renombre", pero que sí tienen gran calidad, tanto en contenidos como en creatividad, ¿cómo, si no, se pueden abrir paso las nuevas generaciones en las que hay tanto talento o aquellos que no han querido claudicar en cuanto a un lenguaje en aras de un "éxito" reconocido en la taquilla? Por supuesto, un trabajo con calidad artística aspiramos a que tenga mucho público.
Hago este preámbulo para reconocer las bondades que pueden tener estas iniciativas, pero en cuanto al cine, considero que el Plan Nacional de Desarrollo, ante la acaparadora presencia del cine norteamericano y los altos precios de conjuntos como Cinemex u otros, debería retomarse la propuesta de hace algunos años:
-
Contar con salas dedicadas únicamente a la exhibición de películas mexicanas, con precios que permitan que las familias vuelvan a asistir al cine y que ahora sólo es posible para aquellas que tienen un ingreso que se los permite o que implica un sacrificio económico en detrimento de necesidades básicas. Con esto se contribuiría a combatir la piratería, a disminuir la discriminación que implica para muchos el no tener acceso a las salas cinematográficas y se propiciaría la integracion familiar, que tanta falta hace para colaborar a reconstruir el tan mencionado tejido social.
-
Diversificar la exhibición, en cuanto a poder ver cine de todo el mundo, como sucedía antes, y que ahora sólo...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba