Esconde piedra texto más viejo de América
| Autor | Patricia López |
Un grupo de arqueólogos de México y Estados Unidos descubrió en Veracruz un bloque de piedra con 62 símbolos de un sistema hasta ahora desconocido de escritura que podría ser el más antiguo de América.
La inscripción pertenece a la cultura olmeca, la más antigua de Mesoamérica, que existió entre los años 900 y 600 antes de Cristo.
"Muchos de los iconos -como hormigas, maíz, antorchas, altares y peces- son representaciones conocidas de la cultura olmeca, pero es la primera vez que una sola pieza reúne tal cantidad, lo que nos hace pensar que se trata de un inventario o una lista de tributos", explicó en entrevista el arqueólogo Ponciano Ortiz, investigador de la Universidad Veracruzana y coautor de la investigación que hoy publica la revista Science.
El hallazgo, narra el arqueólogo, se produjo de manera fortuita.
"Ocurrió en 1999 cuando un grupo de campesinos encontró la piedra mientras trabajaba en la zona de cantera y avisó al Centro INAH-Veracruz, donde estoy comisionado junto con los arqueólogos Carmen Rodríguez y Alfredo Delgado.
"Acudimos al lugar y encontramos un bloque de 36 centímetros de largo, 21 de ancho y 13 de grueso, de 12 kilos de peso, construido de serpentina, una roca proveniente de la zona de Oaxaca cuya presencia se asocia al jade. Su superficie semicurva y gastada muestra que la piedra fue utilizada varias veces, quizá en ceremonias religiosas", describió Ortiz.
Las inscripciones en la piedra, llamada "bloque de Cascajal" en honor al sitio donde fue localizada, en el municipio veracruzano de Jaltipan, confirman que los olmecas tuvieron un sistema de escritura complejo.
Junto con el bloque se hallaron cerámicas y fragmentos de figuras de barro que han sido datados en la fase más antigua de la cultura olmeca (llamada de San Lorenzo por el primer gran centro de esa civilización, ubicada cerca de Cascajal), entre 1200 y 900 años antes de Cristo.
"La relevancia es la pieza en sí misma. No es llamativa en términos estéticos, sino que los símbolos, de carácter religioso, rebasan al objeto mismo", consideró Ortiz.
Del total de 62 signos, 28 aparecen una sola vez, mientras que otros están repetidos hasta en cuatro ocasiones. Debido a estos elementos distintivos, patrones de secuenciación y orden consistente en la lectura, el equipo establece en el artículo que el texto "cubre todas las expectativas de escritura".
"Esto cambia el paradigma de esa cultura. Significa que los olmecas tenían literatura y que eran capaces de...
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