Esconde zoológico secretos nocturnos

AutorIván Sosa

Las rejas del Zoológico de Chapultepec están cerradas. La tarde se hace noche y el acceso al público se suprime.

El lugar muestra una faceta desconocida para muchos: en el sigilo de la noche, algunas especies realizan actividades tan intensas como en el día.

Poco después del atardecer, los leones son retirados de los exhibidores a cielo abierto y, atraídos por el olor de la carne que los cuidadores les dejan como alimento, son conducidos hacia casas de seguridad, en donde permanecen resguardados.

Quedan fuera de la vista, pero desde el interior de las casas de noche imponen su reinado y con un ruido urbano menor en los alrededores, los rugidos nocturnos son escuchados hasta Paseo de la Reforma.

Sin embargo, los leones no están solos, el aullido de los lobos mexicanos compite en intensidad en luna llena.

REFORMA recorrió el Zoológico de Chapultepec, que ostenta la colección de fauna más grande en el País, cuando el tumulto de los visitantes cesó, con la guía de la directora del parque, Adriana Fernández.

Las jirafas muy pocas veces cierran los ojos, casi siempre erguidas sobre sus patas dormitan por minutos, llegan a descansar no más de tres horas al día y desconocen los efectos del insomnio.

"Por naturaleza, permanecen casi todo el tiempo en alerta, de pie, a la expectativa del ataque de un depredador.

"Rara vez se echan, pero lo llegan a hacer", comentó el coordinador de Reproducción del zoo, José Pulido.

Las tres osas pandas gozan el privilegio, al igual que las jirafas, de transitar de los exhibidores a sus casas de noche en el momento que deseen.

Pero no todos pueden recibir el mismo trato. Aseguradas con candados colocados en compartimentos sucesivos, tigres, panteras, gorilas y osos necesariamente son alojados en las habitaciones de noche.

Uno de los espectáculos vedados al público, ocurre en el exhibidor de los murciélagos frugívoros, alimentados únicamente con frutas.

A diferencia del horario diurno, un grupo de 52 murciélagos muestra las alas desplegándolas al volar en forma incesante, entre la vegetación acondicionada en el exhibidor formado por cristales, alumbrados por discretas lámparas rojas.

Durante el día, los visitantes acaso logran mirarlos colgados, dormidos ante la luz solar, en espera de la noche.

"Son especies propias del ambiente tropical, una de nuestras funciones es ofrecerles un clima semejante y lo hacemos con lámparas infrarrojas.

"Mientras la temperatura exterior en esta época andará en los 18 grados, adentro...

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