Espíritus de la República

AutorÁngel Rivas

Los mexicanos tienen creatividad hasta para el trago. Prueba de ello es el gran crisol de licores elaborados regionalmente con productos locales.

A las bebidas de los indígenas los misioneros españoles les agregaban alcohol para que no les hicieran daño, cuenta Óscar Rangel, capacitador de Vatel Club México y de la Asociación de Sommeliers Mexicanos (ASM). De esa forma nacieron algunos de estos digestivos, que antiguamente se usaban también con fines medicinales.

Un licor tiene cuatro componentes principales: alcohol, azúcar, un saborizante o aromatizante (ya sea hierbas, frutos o especias) y agua. Algunos de ellos se obtienen por destilación y la mayoría tiene un gusto dulce, explica Rangel.

DE FRUTAS Y HIERBAS

HECHOS EN MORELIA Y CHIGNAHUAPÁN

En la capital michoacana suelen prepararse de zarzamora, ciruela o membrillo; en Puebla, de hierbas, y se venden en los baños termales.

CÓPIL

GUANAJUATO

De tuna verde Cópil enfrenta a Huitzilopochtli para vengar la muerte de su madre, Coyolxauhqui. Su corazón da origen al primer nopal. Se bebe solo o con jugos y refrescos.

ROMPOPE

PUEBLA

De alcohol de caña, yemas, vainilla, canela, leche y azúcar. En los conventos, las claras se usaban para pegar oro en los retablos, y las yemas, en este licor. Se bebe solo o mezclado.

COLONCHE

BAJÍO Y ZACATECAS

De tuna roja fermentada, azúcar y aguardiente de caña. Se menciona como sangre de conejo en "Los Bandidos de Río Frío". Es dulce; se bebe solo o con canela molida.

MOSCOS

VALLE DE BRAVO

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