'Este espacio es nuestro'

AutorIsrael Sánchez

El escritor y editor Daniel Goldin no podría ser honrado desde un terreno ajeno a aquel al que ha encaminado sus esfuerzos por varios años: la lectura.

Por ello, más de una treintena de personas, entre usuarios de la Biblioteca Vasconcelos -que dirigía Goldin hasta hace poco-, además de ex colaboradores de la misma y amantes de las letras de todas las edades realizaron ayer un maratón de lectura en voz alta en la explanada del recinto de Buenavista.

"Es un reconocimiento al trabajo de Goldin en esta biblioteca, y una muestra de desacuerdo por la manera en que se vieron interrumpidas varias líneas de un proyecto que consideramos importante", expresó la promotora de lectura Carola Diez, quien llegó por una actividad distinta junto con un grupo de estudiantes de la Normal de Zumpango, pero se sumaron a la lectura.

Un mito cosmogónico griego inauguró la actividad. Una historia de enfrentamiento entre el caos el y el orden natural, leído por la también promotora de lectura y tallerista de la biblioteca Erika Chong, como si fuera una alegoría del caos que los cambios administrativos trajeron al espacio contra la organización de sus usuarios y lectores.

"Tengo sentimientos encontrados porque yo he visto crecer la biblioteca desde que la empezaron a construir. Realmente lo que Daniel logró después de verla vacía, pues es un logro inaudito para una ciudad como la nuestra", compartió Chong.

Poesía, fragmentos de novelas y hasta de literatura infantil se escucharon en la voz de quienes, respetando el anuncio del propio Goldin, ya no exigen se le restituya en la dirección del espacio, pero no pueden pasar por alto lo que consideran un ataque paradójico y contradictorio.

"Por un lado, hay un discurso oficial de la Secretaría de Cultura desde Paco Taibo II y desde Alejandra Frausto a multiplicar las bibliotecas, y al mismo tiempo echan a Daniel Goldin, quien hubiera sido un aliado en esa línea", sostuvo Adolfo Córdoba, escritor de libros para niños y jóvenes.

"Llama la atención cómo la simple salida de un director que promovió una hospitalidad radical -esto quiere decir: la biblioteca realmente se convirtió en un espacio para todos-, ahora vemos en la puerta, nada más con su salida, pues más guardias...

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