Un espacio rebasado

AutorÓscar Maya Corzo

En 1946, casi a la mitad de la presidencia de Manuel Ávila Camacho, habían pasado ya los mejores años para José Vasconcelos; la gloria del que fuera visionario secretario de Educación Pública y rector de la Universidad Nacional de México, era en ese momento parte de la historia. El Gobierno, en una especie de acto de reivindicación, creó la Biblioteca Pública de México y se le ofreció la dirección a Vasconcelos de una institución que se imaginaba sólida, moderna, eficiente, culturalmente destacada, socialmente relevante.

Para alojarla se asignó un ala y un patio de la antigua Fábrica de Tabacos en el magnífico edificio de principios del siglo 19, conocido popularmente como la Ciudadela, en el extremo suroeste del Centro de la Ciudad de México. Durante casi 40 años la Biblioteca de México se convirtió en un conocido referente para generaciones de estudiantes y profesores. En septiembre de 1985, como consecuencia de los terremotos, la sección ocupada en la Ciudadela presentó daños estructurales a tal punto que tuvo que cerrarse. Coincidentemente, como parte de la reorganización de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, se planteó la creación del Centro Bibliotecario Nacional, que sería el órgano normativo del sistema. Se...

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