Empresa/ Espaldarazo

AutorAlberto Barranco Chavarría

Hasta el lunes pasado, cuando el pleno del máximo tribunal de justicia del país declaró constitucionales los artículos 16, 17 y 30 de la Ley Federal de Competencia Económica, la institución en custodia de ésta enfrentaba 125 amparos... cuyo número crecía en proporción de tres por mes.

De la magnitud de la camisa de fuerza impuesta por los Jueces, habla la orden de uno de ellos al presidente de la dependencia, Fernando Sánchez Ugarte, de abstenerse de citar en público el caso de Cintra, la controladora de Aeroméxico y Mexicana de Aviación, justo cuando la Comisión Intersecretarial Gasto-Financiamiento requería el testimonio del funcionario...

Como recordará usted, siendo el Gobierno, en la carambola del rescate bancario, el principal socio de la empresa acusada por la CFC de prácticas monopólicas, a él correspondía en primera instancia decidir su disolución...

El asunto, naturalmente, se quedó encerrado en un largo paréntesis, al ampararse el Gobierno contra el Gobierno.

El punto toral de ésta y la mayoría de las impugnaciones contra la acción de la CFC, a cuya vera se pedían los amparos, era que carecía de facultades para realizar investigaciones al interior de las empresas, en violación a los artículos 14 y 16 de la Constitución.

Lo cierto es que de acuerdo a la mayoría de los ministros, las atribuciones de la dependencia se apuntalan, en tal caso, en el artículo 28 constitucional, que señala expresamente la disposición de la autoridad de combatir con toda energía las prácticas monopólicas.

De hecho, la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación señala a la letra que los artículos 16, 17 y 30 de la Ley Federal de Competencia Económica no violan los límites establecidos por el marco de la Carta Magna.

Ahora que debieron pasar dos largos años para que el tribunal analizara el asunto, a la vista de la inconformidad de las empresas Warner Lambert México, Cablevisión y Warner Bros, frente al sobreseimiento de sendas solicitudes de amparo contra acciones de la dependencia.

En el primer caso habría que remitirse al capítulo conocido como guerra de los chicles, que involucró a la filial de la firma multinacional, Adams y a la mexicana Canel's.

Esta, como recordará usted, había acusado a la primera de intentar sacar del mercado su producto estelar, la presentación de cuatro pastillas en envase de celofán, vía la imposición de precios depredatorios, con apoyo de subsidios cruzados, de la marca en competencia Clark's.

Agotados los...

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