La esperanza de muchos niños

AutorPaloma Villanueva

Casi siempre se asocian al tratamiento del cáncer, pero los trasplantes de médula ósea tienen muchas otras aplicaciones para curar a un niño de una enfermedad grave o incrementar su calidad de vida.

Así lo explica Alberto Olaya Vargas, oncólogo pediatra especialista en el trasplante de progenitores hematopoyéticos del Instituto Nacional de Pediatría.

La lista de padecimientos incluye enfermedades benignas de la sangre, como anemias y enfermedades neoplásicas (acumulación de tejido anormal por la multiplicación excesiva de células), enfermedades del sistema inmunológico y del sistema nervioso central.

"El trasplante tiene muchas otras aplicaciones en pediatría, además de las leucemias, hay enfermedades como las inmunodeficiencias primarias, estos niños que nacen con alguna deficiencia ya sea en algún tipo de célula o en los genes de estas células que les impiden poder tener un sistema inmunológico competente, en este tipo de pacientes el trasplante es la única terapia curativa", ejemplifica.

Este procedimiento también puede representar la cura para enfermedades de la sangre y trastornos metabólicos por deficiencias enzimáticas.

"Hay una serie de enfermedades hematológicas, o sea, propias de la sangre, como todas las anemias arregenerativas congénitas, que se pueden curar de manera definitiva con el trasplante.

"Otro grupo de enfermedades que también se ven beneficiadas del trasplante en pediatría son las enfermedades por atesoramiento, deficiencias enzimáticas en el hígado, como el síndrome de Hurler", agrega el médico.

En las enfermedades neurodegenerativas, apunta, si bien el trasplante no necesariamente cura la enfermedad, sí detiene el deterioro neurológico y permite a los niños tener una vida relativamente normal.

"En nuestro País, la mayor parte de los centros de trasplante confinan sus esfuerzos a las enfermedades hemato oncológicas, sin embargo, el Instituto Nacional de Pediatría tiene un programa muy amplio que sí atiende este tipo de enfermedades que no son hemato oncológicas, pero que sí requieren un trasplante", señala.

Las células progenitoras hematopoyéticas no sólo se obtienen de la médula ósea, sino también de la sangre y el cordón umbilical.

"La fuente original es la médula ósea, sin embargo, actualmente tenemos estrategias y técnicas para lograr que estas células se suelten de la médula ósea y migren hacia la sangre periférica y entonces también las podemos recolectar de la sangre periférica; también sabemos que durante la...

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