Espionaje político: delito sin castigo

AutorJésica Zermeño

Una de las últimas víctimas fue Josefina Vázquez Mota, quien fue exhibida llamándole "patán" a Ernesto Cordero.

"Ya se acabó con esto la ocurrencia de los foros. Seguramente habrá un debate dentro de un mes y se acabó. Todo se lo dije a Madero temprano. Le dije 'oye, Madero, convócanos, porque este cuate nomás los está utilizando (los foros) para golpear de manera rastrera'... No hizo nada. Hoy en la mañana me habló y le dije: 'te lo advertí Madero, y tú estuviste sentado ayer ahí cuando el cuate me agredió, cuando fue un patán', y dije '¿sabes qué, Madero?, esto es puro desgaste'", se escucha decir a Vázquez Mota en la grabación difundida en redes sociales el 31 de enero pasado, cinco días antes de que el PAN la eligiera candidata a la Presidencia.

La conversación de Vázquez Mota, en la que descalificaba a Madero y a Cordero, fue retomada por la radio y televisión, y difundida justo el día en que se celebraría el segundo debate entre precandidatos panistas.

Roberto Gil, coordinador de la campaña de la hoy candidata, confirmó que la conversación telefónica era real, y que se había realizado un mes antes, después de un foro organizado por la Fundación Rafael Preciado en el que Cordero cuestionó duramente a Vázquez Mota.

El episodio refleja el típico modus operandi del espionaje telefónico en México: el espía interviene los teléfonos, graba y, semanas o meses después, difunde cuando lo considera políticamente oportuno.

El mismo día que apareció la grabación, en una estrategia más mediática que jurídica, el equipo de la hoy candidata interpuso una denuncia ante la PGR por intervención de comunicaciones privadas. Para darle más peso, la denuncia fue elaborada por los despachos de Fernando Gómez-Mont y Germán Martínez, ex secretarios de Gobernación y Función Pública, pero hasta hoy la Procuraduría no ha informado de avances en el caso.

No fue el único audio incómodo en la precampaña panista: el 24 de enero se dio a conocer una grabación en la que el secretario de Gobierno de Sonora, Roberto Romero López, amenazaba a trabajadores del gobierno estatal, en una reunión en San Luis Río Colorado, de perder su trabajo en caso de no apoyar a Ernesto Cordero, a quien calificó como "el proyecto del Presidente". Tras la divulgación, Santiago Creel denunció al funcionario y a Cordero ante la Comisión Nacional de Elecciones del PAN.

El 2 de febrero, dos días antes de la elección interna, se difundió el audio de una conversación telefónica en la que Germán Martínez, quien apoyaba públicamente a Vázquez Mota, cuenta a otro panista el siguiente chiste: "llega Blake al cielo... se encuentra a Juan Camilo... y le dice: 'uta, estaríamos mejor con López Obrador'". La difusión de la conversación en la que el ex dirigente panista ríe a carcajadas a costa de los ex secretarios de Gobernación fallecidos en sendos accidentes aéreos llegó a la primera plana de El Universal el sábado 4 de febrero. Martínez no denunció la intervención de su teléfono, pero no se descarta que estos hechos se incluyan en la ampliación de la denuncia presentada por Roberto Gil en la PGR.

En esos días se filtraron al menos dos audios más con pláticas privadas entre panistas que no llegaron a las primeras planas ni a la radio: Rodolfo Elizondo y Vázquez Mota; Roberto Gil y el panista jalisciense Hernán Cortés.

Espionaje en campaña

El uso del espionaje en la contienda interna panista refleja cómo esta práctica ilegal se ha convertido en moda entre la clase política, tanto que los dos últimos presidentes, Vicente Fox y Felipe Calderón, fueron víctimas de él. A diferencia de España, donde realizar escuchas de manera ilegal fue la razón jurídica que dio pie a que el juez Baltasar Garzón fuera cesado de la carrera judicial, aquí no pasa nada.

Las grabaciones presentadas por los medios de comunicación y los partidos han dejado ver los usos y costumbres de la clase política, pero la autoridad nunca ha castigado a los responsables de la invasión a la privacidad.

Enfoque analizó 17 casos emblemáticos de intervención ilegal de comunicaciones privadas difundidas desde el año 2000 a la fecha. En 11 casos las víctimas interpusieron denuncias penales. Sin embargo, hasta el día de hoy ninguna se ha resuelto y en ningún caso se ha sabido quiénes ordenaron las escuchas.

La mayoría de los denunciantes, tras interponer la denuncia y ratificarla, no han sabido nada más de la indagatoria. Otros han tenido que proporcionar las pruebas y ni así las investigaciones han concluido satisfactoriamente.

Entre los que se han quedado sin respuesta de la PGR a su denuncia se encuentran el presidente Calderón; los senadores Manlio Fabio Beltrones, Santiago Creel y Claudia Corichi; el gobernador Fidel Herrera y Elba Esther Gordillo.

Y las denuncias se siguen acumulando. La PGR ha recibido ya dos este año: el 24 de enero, una de la Cámara de Diputados tras el hallazgo de micrófonos en las oficinas de la Mesa Directiva. Y el 31, la de Vázquez Mota.

Luisa María Calderón, hermana del Presidente, también fue exhibida en un audio comprometedor: el 20 de febrero el dirigente nacional del PRI difundió en conferencia de prensa una grabación que llevaba días circulando en internet y medios locales. Dicha grabación fue hecha en 2011 y corresponde a una reunión de Cocoa Calderón con su equipo de campaña en la contienda interna por la candidatura del PAN a la gubernatura de Michoacán. En el audio se escucha a Calderón instruir a su equipo a responder con "billetazos" a "los billetazos" que supuestamente estaría entregando su rival panista Marko Cortés.

Calderón anunció el 21 de febrero que denunciaría el espionaje del que fue víctima ante la PGR, pero hasta la fecha no lo ha hecho.

Enfoque solicitó a la PGR información oficial sobre el desahogo de las denuncias por espionaje que tiene acumuladas, pero su oficina de comunicación social no dio ninguna respuesta.

Ante autoridades judiciales rebasadas por el fenómeno, especialistas y políticos auguran una guerra de lodo en las campañas que están por comenzar.

José Luis Durán, quien presentó una denuncia por intervención de comunicaciones privadas ante la PGR en 2009, porque lo espiaban durante su gestión como alcalde de Naucalpan, asegura que la antesala del proceso electoral que se vivirá este año dejó ver que todos espían a todos, y que en cualquier momento el político que tenga algo que filtrar a la opinión pública para beneficiarse, lo hará.

"Las denuncias por espionaje telefónico duermen el sueño de los justos, pues nadie las investiga, nunca pasa nada. En 2001 también me enteré de que me estaban espiando, cuando era...

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