De espíritu artesanal
| Autor | Ivett Rangel |
Fotos: Hugo Balcázar
Las artesanías que se crean alrededor del Lago de Pátzcuaro ofrecen varios motivos para detenerse en cada pueblo.
Y, aunque en Pátzcuaro se concentra la mayoría de las piezas, nada como conocer la historia de los artesanos y sus talleres.
TÓCUARO: De mil rostros
Sobre la carretera que une a Pátzcuaro con Erogarícuaro, el viajero puede encontrar a Jorge Sierra cortando a golpe de machete madera de copal o tallándola detalladamente con distintas herramientas.
Desde hace 15 años hace máscaras de madera; su abuelo le heredó el oficio.
Su labor lo resume en cinco pasos: cortar y tallar madera, después sellar, lijar y pintar.
La máscara más sencilla, asegura, la hace en una hora, sin embargo hay algunas en las que ha invertido hasta un mes, como un diablo en el que representó la lucha entre el bien y el mal.
Sus creaciones van de los 100 a los 20 mil pesos.
SANTA FE DE LA LAGUNA: Inspiración en barro
En este pueblo lacustre vive el artesano Nicolás Fabián, quien realiza en barro cualquier inspiración desde hace 22 años. En su tienda pueden encontrarse desde sobrios vasos o pequeños jarros hasta elaboradas ollas con forma de venado.
"Los platos y las ollas es lo que más se vende", cuenta.
Detrás del patio central está su taller, con un horno al centro rodeado de piezas aún sin terminar. A cada una le invierte una semana de trabajo, desde moldear, secar y decorar el barro y para que ésta sea negra, el barro lo quema con humo.
JARÁCUARO: Una vida entretejida
Lidia Constantino y Jacobo Domínguez llevan 54 años de casados y una vida dedicada a la elaboración de sombreros de palma, uno de los íconos de este pueblo michoacano.
Es parte de su herencia, pues sus padres y abuelos se dedicaban a esto. Ahora, sus hijos y nietos les ayudan.
"De esto vivimos, de 7 a 7 estamos dedicados a los sombreros. Los niños nos ayudan en las tardes a tejer la palma o a adornar los sombreros", cuenta don Jacobo.
Una vez que se trenza la palma para crear tiras, éstas se cosen con una máquina para darle forma de un sombrero. Después, éste se coloca en una plancha de gas con moldes de aluminio para que, con calor, se le de la horma final.
CUANAJO: El pueblo de los muebles
Este pueblo se distingue entre todos por sus más de 800 talleres dedicados a la fabricación de muebles en madera, desde los más rústicos hasta los más modernos.
Destaca la tienda de Alejandro Valencia, Aleva Furniture, donde se pueden encontrar opciones contemporáneas. Él hace muebles...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba