Estandarte europeo

AutorHéptor Arjona

La llegada al aeropuerto internacional de Cracovia, Juan Pablo II, nos indica que estamos entrando a uno de los países mas católicos del Viejo Continente, tal vez uno de los pocos que quedan donde los jóvenes aún asisten a misa los domingos.

En la primavera de 1920, en Wadowice, pequeña ciudad en los suburbios de la gran Cracovia, nació el hombre que cambiaría en muchos aspectos el curso de la historia contemporánea mundial.

Perseguido por el nazismo, actor de teatro y gran elocuente, Karol Wojtyla se convirtió en cardenal de Cracovia, y años después se mudaría definitivamente a Roma, donde la historia se encargaría de sellar su destino.

Su figura sigue siendo muy popular: carteles de productos publicitarios y seminarios religiosos continúan apoyando la imagen de quien, en 1978, se convirtiera en Juan Pablo II, el primer Papa polaco de la historia.

Visitar Cracovia

La colina de Wavel, el lugar más alto de la ciudad y con una vista privilegiada, puede ser un buen punto de partida para un recorrido, con el castillo del mismo nombre vigilando la zona desde hace siglos, con su dragón escupiendo fuego y el río Vistula paseándose graciosamente.

Gran parte del Centro ha sido sometido a trabajos de renovación: calles limpias y coloridas de inmaculado blanco y amarillo; el primer cuadro de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad desde 1978, cuenta con varias avenidas peatonales en donde el comercio, los cafés y los bares animan permanentemente el ambiente, mientras que en las vías olvidadas de la vieja Cracovia extramuros, el gris mancha los antiguos y obsoletos edificios de la época del comunismo; la iluminación es pobre y el comercio escaso, y la lluvia y el frío le dan un aspecto melancólico.

Las iglesias están diseminadas por todos lados, conciertos de música sacra y sonatas de Chopin se ofrecen entre semana cuando no hay celebraciones religiosas.

El sistema comunista al que fue sometido el país a mediados del siglo 20 no pudo erradicar la fe religiosa de sus habitantes; por otra parte, la religión judía ha jugado un papel importante en la historia local y del país entero: algunas de sus sinagogas están entre las más antiguas de Europa. Vale la pena una visita al Barrio Judío, ghetto durante la ocupación nazi; es la parte más mística y creativa de la Ciudad; no lejos de ahí se encuentran las fábricas de Schindler, lugar turístico que ganó fama después de la película "La lista de Schindler", filmada en este lugar por Steven Spielberg.

En la...

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