Estudia Japón atraer migrantes

AutorÁngel Villarino

Corresponsal

BANGKOK.- Mientras en Estados Unidos y la Unión Europea el regreso de migrantes a sus países de origen se vive como un alivio en tiempos de crisis, en Japón se estudian medidas para evitar que los extranjeros se marchen, e incluso para atraer más en las próximos años.

En el mundo académico y político se abre paso una corriente de pensamiento que reivindica la mano de obra extranjera como único remedio para mejorar la economía japonesa y asegurar un futuro dinámico al país más envejecido del mundo.

"Cuando el panorama económico ensombrece, las mujeres no tienen hijos y la población envejece es necesario tomar medidas valientes, aunque sean impopulares. Nuestro país necesita más inmigrantes para asegurarnos un futuro", explicó Yoshio Tanaka, uno de los sociólogos que defienden la medida.

En realidad, Japón es el país industrializado con menor proporción de migrantes en sus censos. Allí, los extranjeros conforman tan sólo un 1.7 de la población total, frente a 12 por ciento de Estados Unidos u otros países con cifras similares a las estadounidenses, como Alemania, Francia o España.

Además, la mayor parte de los migrantes que viven en Japón son descendientes de nacionales que emigraron a Brasil y Perú hace décadas. Del resto, unos 400 mil son coreanos de segunda o tercera generación, asimilados completamente a la cultura local, pero quienes han preferido seguir manteniendo su pasaporte nacional por una cuestión de orgullo patriota.

Las bajas tasas de inmigración que registra Japón se deben a sus estrictas leyes al respecto, creadas de acuerdo a la cultura japonesa, que tradicionalmente ha rechazado el multiculturalismo y ha preferido aislarse.

"Traer más extranjeros provocaría inestabilidad social y crímenes. Seguro que ofrecen dinamismo a la economía japonesa, pero también mucho crimen", consideró un investigador y demógrafo de una importante entidad pública quien prefirió el anonimato.

Las tesis antimigratorias están ampliamente difundidas en la sociedad japonesa. Un investigador llamado Goro Ono publicó el año pasado un libro con el elocuente título de "Traer Trabajadores Extranjeros Arruina Japón", que se ha convertido en un best-seller.

Por ello, los políticos siempre han evitado hablar de inmigración y cuando lo hacen, se muestran particularmente cautelosos.

"Un incremento de la inmigración puede causar caos y desórdenes sociales y esto es algo que debemos evitar por todos los medios", aseguró el año pasado Yasuo Fukuda, el...

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