Everardo Elizondo / Un comentario sobre el desempleo: más allá del sonido y la furia

AutorEverardo Elizondo

La tasa de desempleo abierto (TDA) alcanzó en junio pasado 3.17 por ciento, cifra que provocó una variedad de comentarios, casi todos negativos, en los medios de comunicación -incluyendo algunos descarriados.

Desde luego, el problema del desempleo en México es grave y no es nuevo. Su nivel reciente, aunque alto, no es precisamente extraordinario. Véase al respecto la Gráfica 1 donde se ilustra el curso del valor de la TDA (corregida por la estacionalidad), por mes, desde enero de 1996. Como puede observarse sin dificultad, la TDA actual es más o menos la misma que la registrada, digamos, en febrero de 1998 y, ciertamente, mucho más baja que la correspondiente a los 2 años previos a éste.

Así pues, lo preocupante del fenómeno es más bien la tendencia: hasta el final del 2000, la TDA presentaba una dirección claramente descendente y llegó incluso a su nivel mínimo histórico; de entonces a la fecha, ha crecido casi sistemáticamente. (Desde luego, no sobra recordar que en el verano de 1995, en plena crisis económica, la TDA llegó a 7.5 por ciento: hay diferencias que no son de grado, son de clase). Los cambios observados en los últimos tiempos han estado asociados con las etapas del ciclo económico originado en la economía estadounidense.

A este respecto, conviene revisar someramente la evolución de la actividad económica en México. Por ejemplo, una ojeada al Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de 1999 a la fecha permite tres comentarios relevantes: i) alcanzó su mayor nivel allá por la última parte del 2000; ii) durante los meses siguientes presentó una notoria debilidad; y, iii) en el pasado inmediato ha arrojado signos de recuperación, aunque el movimiento ha sido más bien horizontal. En la Gráfica 2 se muestra el curso del IGAE (también en cifras desestacionalizadas) durante el periodo referido.

Así pues, la evolución de la TDA ha estado al parecer relacionada con la trayectoria del IGAE: la desocupación llegó a su mínimo más o menos por la época en que la actividad económica mostró una fortaleza inusual, y ha tendido a crecer cuando la producción ha sufrido...

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