Everardo Elizondo/ 'Fábulas y realidades sobre la política económica en América Latina'
| Autor | Everardo Elizondo |
Según la estimación del Fondo Monetario Internacional, durante el 2001 la economía de América Latina registró el crecimiento más débil de las últimas dos décadas.
Con respecto a la evolución económica de este año, los "pronósticos" para los principales países de la región han sido revisados repetidamente a lo largo de los meses más recientes -no siempre en forma favorable, por desgracia. El cambio frecuente en las "predicciones" es un signo de los tiempos que corren, en el sentido de que refleja con fidelidad la volatilidad de las circunstancias. En lo que toca a Argentina, el deterioro de las perspectivas ha sido dramático y no ha quedado circunscrito a variables tales como el PIB y la inflación.
La economía del área ha sufrido el impacto negativo del "choque externo" que significó la recesión estadounidense, a lo que debe agregarse el efecto pernicioso de varios errores de política económica -graves y de origen interno. En el catálogo de los males no hay que olvidar, desde luego, la influencia de diversos fenómenos fundamentalmente políticos (por ejemplo, la guerra civil en Colombia).
¿Por qué me ocupo en esta ocasión del panorama económico de Latinoamérica? Porque en fechas recientes me ha tocado participar en discusiones más o menos animadas -para decirlo con cortesía- cuyo punto neurálgico ha sido el cotejo entre México y otras naciones del subcontinente. En uno de dichos debates se planteó la tesis (peregrina) de que las penurias actuales de Argentina son consecuencia de haber adoptado a ultranza las recetas económicas (¡qué horror!) del llamado "Consenso de Washington". El desastre -se dijo, a manera de admonición (no tan) velada para el Banco Central- arroja como lección la insensatez de querer erradicar la inflación "a toda costa".
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Allá por 1994, un connotado economista se encargó de compilar en un grueso volumen lo fundamental del famoso "Consenso de Washington" (John Williamson, The Political Economy of Policy Reform). No creo aventurado señalar que dos de los principales pilares del "Consenso" eran (y son) la apertura del comercio exterior y el equilibrio de las finanzas públicas. Y lo cierto es que Argentina: i) no avanzó mucho en lo que toca a la liberalización de sus transacciones comerciales externas; y, ii) toleró un déficit presupuestal significativo y creciente (que resultó insostenible a la postre). Así pues, como cuestión de hecho, es equivocado presentar (refociladamente) el caso de la sufrida nación sureña como...
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