Las y los excéntricos / Rasputín

AutorGuadalupe Loaeza

¿Por qué ejercía tal seducción entre la zarina y tantas mujeres de la aristocracia, y especialmente entre la familia Romanov? Lo que no me imaginaba era que su miembro se exhibe hasta hoy en el Museo del Erotismo en San Petersburgo. Estoy segura de que los historiadores y turistas que lo visitan y contemplan sus dimensiones se hacen una perfecta idea de su poder político y sus artes para la seducción. Este personaje que se hacía pasar por "místico" llegó al palacio de los zares en 1906, a los 37 años, y curó de manera misteriosa al único hijo varón de los zares, quien padecía una hemorragia a causa de la hemofilia. Desde entonces, Rasputín no se despegó de la zarina, y se convirtió en su consejero, amigo, fiel sirviente y... ¿amante? Muchos historiadores no tienen la mínima duda al respecto.

La zarina Alejandra le tenía la mayor de las devociones. Quizá nunca se cuestionó si ese hombre era en realidad un farsante. Cuando la miraba con sus enormes ojos azules y le hablaba con esa voz tan profunda, ella caía rendida ante su voluntad. No sabemos si los zares lo investigaron, tampoco sabemos qué les dijo de su pasado, pero tenemos claro que, durante un tiempo, Rasputín vivió en un convento, y se cuenta que, antes de su "conversión" a la Iglesia ortodoxa, era un ladrón de caballos. También se dice que en el convento tuvo una visión de la Virgen. Rasputín se llamaba Grigori Yefímovich Rasputín, que quiere decir "libertino". Los zares se sentían un poco apenados de que su principal confidente tuviera, además de un miembro desproporcionado, un apelativo tan poco decente, así que trataron de explicar su apellido de otro modo, ya que Rasputín también significa "cruce de caminos". Como nada de eso funcionó y todo mundo lo seguía viendo con suspicacia fuera del palacio, los zares le llamaban "Novy".

El psicólogo Alexandr Kotsiubinski y su hijo Daniil, en el libro Rasputín. El diario secreto, señalan que daba consultas y que su doctrina consistía en "salvar por medio del pecado", de ahí que sus consultas incluyeran relaciones sexuales con sus "pacientes". Rasputín pertenecía a la orden de los flagelantes, sacerdotes que organizaban orgías y en las cuales se ejercitó sexualmente. Lo que nadie se imaginaba era que ese joven sacerdote tenía como objetivo entrar al mundo de la familia real. Seguramente, tenía un enorme concepto de su persona y el cinismo suficiente para encantar a los zares. Como hablaba con mucho misterio, los Romanov y toda la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR