Exhibe TEA intolerancia
| Autor | Dulce Soto |
Una licuadora encendida, el motor del auto, el ruido del supermercado o el simple roce de una mano, pueden afectar tanto a un niño con algún Trastorno del Espectro Autista (TEA) que se tapará los oídos con frecuencia, hará gestos, llorará o gritará.
Esto sucede porque para las personas con dicha condición de vida, los sonidos normales son hirientes. La piel les puede doler al tacto. Comunicarse y mirar a los ojos a otro es un verdadero reto.
A una niña autista "las gotas de lluvia le resultaban tan estruendosas como una ametralladora", describe el escritor Ricardo Chávez en el libro Fernanda y los mundos secretos.
A los ojos de los demás, las personas con algún trastorno de este espectro pueden ser percibidas como groseras, mal educadas o exageradas por su reacción a los estímulos sensoriales.
Le llaman la "discapacidad invisible" porque no tienen una característica física que evidencie su condición y por su comportamiento suelen ser incomprendidos y hasta maltratados, explica Carolina Campos, asesora de Asperger México.
"Cuando se ve a un niño, por ejemplo, con Síndrome de Down, la actitud de la gente cambia. Entiende que tiene que ser tolerante. A un chavo que 'no se le ve nada', de entrada, no se le tiene ningún tipo de tacto.
"Y vemos a chicos con autismo aparentemente funcionales, estando tranquilos, pero uno no se imagina las batallas internas que viven a diario", afirma.
Aunado a esto, el desconocimiento del espectro puede llevar a que los menores sean diagnosticados de manera tardía. En México, en promedio, se detectan a los 6 o 7 años, sostiene, cuando se puede hacer desde los 18 meses de edad.
La psicóloga explica que el autismo es una alteración del desarrollo neurológico que afecta cuatro áreas: la habilidad para socializar, comunicarse, establecer relaciones afectivas y para integrar los estímulos sensoriales.
"Comunicación no tiene que ver sólo con lenguaje, sino con poder hablar de estados afectivos, poder iniciar una conversación, entender el contexto de la conversación, señalar, seguir con la mirada, (y para ellos) toda esta parte no verbal de la comunicación está alterada", detalla.
También puede ser que otro niño con la misma condición sienta menos o que haga o diga cosas repetitivas.
El Trastorno del Espectro Autista es tan amplio que sus síntomas van de un extremo a otro: un niño con esta condición de vida puede experimentar hipersensibilidad y, en cambio, otro menor puede ser hiposensible.
"Hiper es que un roce te va a...
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