Explora la mente del asesino
| Autor | Carlos Rubio-Rosell |
MADRID.- Sin poder llegar a conclusiones tajantes, la escritora sueca Marie Hermanson (Gotemburgo, 1956) asegura que la violencia que ejercen sicarios, matones a sueldo o asesinos en serie, psicópatas todos ellos y que manifiestan una brutalidad indolente, la llevó a preguntarse qué es lo natural para un ser humano en relación con el crimen.
En El santuario del diablo, obra que circulará en México bajo el sello Siruela, Hermanson explora la mente asesina a partir de unos hermanos gemelos con diferentes destinos.
Asegura que el tema subyacente de su novela es la psicopatía y las distintas formas que adopta.
En su búsqueda por entender la psicopatía, descubrió un estudio realizado en una cárcel estadounidense en el que un equipo de psiquiatras había escaneado la actividad cerebral de un grupo de psicópatas; esa investigación concluía que la actividad cerebral de un psicópata se desarrolla en sitios muy distintos del cerebro en relación con los de una persona considerada normal.
"Esos estudios mostraban que la psicopatía es una especie de discapacidad neurológica; sin embargo, los psicópatas no son enfermos en el sentido habitual de la palabra, aunque como sociedad tenemos que protegernos de ellos. De ahí surge la pregunta: ¿cómo tratar a ese tipo de personas?, ¿hay que castigarlas, curarlas o encerrarlas?", expresa.
En entrevista, la escritora sueca, una de las grandes figuras nórdicas del suspense, destaca que la pregunta fundamental en el caso de los psicópatas es qué pasa con el sentido ético de estas personas y cómo podemos evaluarlo.
"Qué puede hacer la sociedad en esos casos, cómo valorar sus actuaciones, tratando de llegar al fondo de la cuestión para averiguar si se trata de una especie de discapacidad psicológica o no", destaca.
En ese sentido, la autora de una decena de novelas cuestiona qué nos hace ser lo que somos.
"Todo tipo de violencia extrema, ya sea la que ejercen sicarios, asesinos a sueldo o jóvenes inadaptados, tiene una misma raíz de acuerdo con lo que he estudiado sobre psicopatía, y es que todos carecen absolutamente de empatía y son capaces de cometer crímenes brutales, algo que por supuesto les da mucho éxito en ciertos círculos, como ocurre en el narcotráfico", destaca.
Cuestionada sobre la posibilidad de que haya una especie de caldo de cultivo para la psicopatía, Hermanson considera que sí.
"En primer lugar, debe haber algún tipo de defecto congénito en el cerebro, a pesar de lo cual, y esto es lo interesante...
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